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Victoria agridulce para el Gobierno

Aunque la Unidad Nacional impuso las mayorías, no pudo evitar que el Centro Democrático y los conservadores, en alianza, se quedaran con tres de los puestos del alto tribunal electoral.

Felipe Morales Mogollón
29 de agosto de 2014 - 04:10 a. m.
Senadores y representantes a la Cámara vigilan el conteo de los votos, ayer en la elección del nuevo Consejo Nacional Electoral en el Congreso. / César L. Vargas
Senadores y representantes a la Cámara vigilan el conteo de los votos, ayer en la elección del nuevo Consejo Nacional Electoral en el Congreso. / César L. Vargas

A voto limpio tuvo que decidirse la composición definitiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) para los próximos cuatro años, debido a que la Unidad Nacional —que integran los partidos de la U, Liberal y Cambio Radical— no pudo imponer en primera instancia, la plancha con los siete magistrados postulados y, desde la otra orilla, una alianza entre el Centro Democrático, el Partido Conservador y el Movimiento MIRA la tuvo hasta último momento contra las cuerdas.

Finalmente, con 175 votos por la lista de la coalición del Gobierno y 76 por la alterna, el santismo impuso mayorías y la unión de conservadores y uribismo, que aspiraba a poner dos magistrados por partido, se quedó con tres escaños en el máximo tribunal electoral del país, dos para los azules y uno para el Centro Democrático.

Así las cosas, los elegidos, por cifra repartidora, fueron: Luis Bernardo Franco y Alexánder Vega, por la U; Héctor Elí Rojas y Emiliano Rivera, por el Partido Liberal; Carlos Ernesto Camargo y Ángela Hernández, por el Partido Conservador; Yolima Carrillo, por Cambio Radical; Felipe García, por el Centro Democrático, y Armando Novoa, por las minorías.

Un triunfo de la Unidad Nacional que deja, sin embargo, un sabor agridulce. Primero, porque no se cumplió el objetivo de sacar del camino a uno de los candidatos conservadores, Ángela Hernández, exprocuradora judicial con funciones electorales, quien es considerada carta del procurador Alejandro Ordóñez. Nadie lo reconoció abiertamente, pero los rumores decían que la instrucción desde la Casa de Nariño era que no saliera elegida.

Además, quedó en evidencia que para el Gobierno no fue suficiente la coalición para lograr imponerse. Desde el miércoles en la noche se supo de llamadas a los miembros de los partidos minoritarios —Polo Democrático, Alianza Verde e indígenas— para pedir que los apoyaran en la votación que se llevó a cabo ayer.

El acuerdo fue claro: si las minorías respaldaban la plancha de la Unidad Nacional, los pequeños partidos tendrían por primera vez un magistrado en el CNE. Y así fue. De forma sorpresiva, porque no estaba en las cuentas de nadie, Armando Novoa, director del Centro de Estudios Constitucionales Plural y exintegrante del M-19, fue elegido magistrado del tribunal electoral.

Y aunque la coalición santista quiso meter también a José Joaquín Plata, de Opción Ciudadana y quien buscaba su reelección, para quitarle un puesto a la alianza entre azules y uribistas, fracasó. Al momento de hacer las cuentas, le faltó sólo un voto para lograr siete magistrados y sacar a la conservadora Hernández.

Por eso, mirando en la votación nominal y pública, quedó en evidencia que los congresistas Eugenio Prieto (Liberal), Milton Rodríguez (U), Diego Patiño (Liberal) y el presidente de la Cámara, Fabio Amín (Liberal), no apoyaron la plancha de la Unidad Nacional, por lo que ya se habla de un inminente llamado de atención.

En las toldas azules también hubo comportamientos atípicos. Los congresistas que acompañaron la reelección del presidente Santos no acogieron la decisión de hacer alianza con el Centro Democrático y no se hicieron presentes en la votación.

Al final, los comentarios apuntaban a que, con la postura asumida, los conservadores habían cerrado definitivamente las puertas de la Casa de Nariño, mientras el senador Álvaro Uribe insistió en la necesidad de una reforma que elimine el CNE y cree un tribunal electoral en el Consejo de Estado. Para otros, la supremacía del Gobierno quedó tambaleando en ese tribunal, pues pese al apoyo de la Unidad Nacional, Novoa tiene un talante de independiente. Y en el CNE se necesitan seis votos de nueve en todas las decisiones.

 

fmorales@elespectador.com

@Felipeprensa

Por Felipe Morales Mogollón

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