Alerta por epidemia de leishmaniasis en el Tolima

De los 440 casos, cerca del 50 por ciento han sido reportados en este municipio.

Olga garzón Roa, Ibagué
30 de julio de 2014 - 11:49 p. m.
Los habitantes de Río Sucio  contagiados con leishmaniasis no llevan a cabo el tratamiento por temor a sus  efectos tóxicos. En la foto,  una de las calles del municipio.    / Cortesía
Los habitantes de Río Sucio contagiados con leishmaniasis no llevan a cabo el tratamiento por temor a sus efectos tóxicos. En la foto, una de las calles del municipio. / Cortesía

En lo corrido de 2014, en Tolima las autoridades de salud han reportado 440 casos de leishmaniasis, una enfermedad endémica producida por la picadura del insecto capotillo, palomilla o mantablanca, que causa en una de sus formas clínicas (97% de los casos) úlceras cutáneas que van carcomiendo la piel.

Del total de los casos, el 42,51% son menores de 19 años de edad, y de éstos, el 13% son niños entre 10 y 14 años, siendo Rioblanco, con 219 enfermos, el mayor afectado. Por ello, la Alcaldía declaró emergencia en salud pública, según Delcy Esperanza Isaza Buenaventura, secretaria de Desarrollo Social.

“La enfermedad se está expandiendo a veredas a las que nunca había llegado y estamos tratando de atacarla por todos los medios posibles” afirma.

Las primeras noticias sobre la enfermedad en Rioblanco se tuvieron hace siete años, al entrar por la frontera con Chaparral, y desde entonces se ha propagado.

La situación puede agravarse, señala la funcionaria, ya que en municipios vecinos, como Planadas (con 32 casos detectados) y Ataco (33 casos), existen habitantes sin atender. Precisamente esta es la lucha más fuerte de las autoridades de salud, pues muchos campesinos no quieren realizarse el tratamiento (inyecciones de glucantime), en algunos casos por indiferencia y en otros por temor a los efectos tóxicos que causa sobre riñones, hígado y corazón.

“A veces no le dan importancia porque no les duele, ni les rasca. Dicen que su vereda está muy lejos del hospital y se hacen remedios caseros, se aplican pomadas…”, señala el ingeniero de la Salud Eduardo Lozano.

Mariela González, una campesina de una vereda de Chaparral con quien nos comunicamos telefónicamente, comenta que sus dos hijas, de 12 y 9 años, debieron dejar de estudiar porque están afectadas. A una de ellas el insecto la picó en la oreja izquierda y le salió una llaga que luego le bajó por el hombro y la espalda. La otra hija fue picada en un brazo, que ya tiene bastante perjudicado.

“Al principio les untamos pomada, pero eso les siguió comiendo y en Salud nos dijeron que era mejor llevarlas al médico. Lo malo es que llevan dos semanas sin ir a estudiar, mientras se les cura”, dice. Actualmente las dos niñas reciben el tratamiento adecuado.

El 13% de los casos en total son niños entre 10 y 14 años y en su mayoría no han regresado a las clases, pues aunque la enfermedad no es contagiosa, causa molestias visuales, produce una lesión que se va agrandando, incluso hasta causar la pérdida de órganos, como ya les ha sucedido a algunas personas que han quedado sin parte de la nariz, las orejas y dedos de manos y pies.

Son muchos los menores que han dejado de asistir a clases por las complicaciones que genera el tratamiento. “Una vez termina este proceso, continúan asistiendo a las instituciones educativas”, asegura la secretaria de Desarrollo Social.

Se trata de evitar una situación peor que la que se presentó en 2004 cuando se declaró la emergencia en salud pública en Chaparral y San Antonio, también en el sur del departamento, donde hubo 3.000 personas afectadas.

La secretaria de Salud del Tolima, Margarita del Pilar Zapata, manifiesta que actualmente se han fumigado 1.600 viviendas en diferentes municipios y se realiza la búsqueda activa de casos en los núcleos de los sectores afectados.

También se ha llegado al sector rural con campañas educativas, en las que se le recomienda a la gente el buen manejo de los sitios de disposición final de desechos de café y materia orgánica, ya que en ellos las hembras del vector transmisor ponen los huevos.

La funcionaria asegura que se ha entregado el medicamento indicado (glucantime) a los hospitales y se han ejecutado acciones de promoción y prevención, específicamente en la protección de las personas cuando salen a sus cultivos, como ponerse camisas y pantalones de manga larga, taparse la cabeza y usar zapatos cerrados.

Sin embargo, durante sus visitas a las poblaciones afectadas, los funcionarios de la Secretaría de Salud han detectado indiferencia entre los campesinos, pues a pesar de las recomendaciones, salen a realizar sus labores en camisas de manga corta o sin mangas y con pantalonetas. A los niños se les ve en prendas cortas y en muchos casos descalzos.

Actualmente se presentan casos de leishmaniasis también en Chaparral, Rovira, Falan y Armero-Guayabal.

Por Olga garzón Roa, Ibagué

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