De acuerdo con el doctor Marlon Sánchez, el túnel del carpo es un canal formado por los huesos de la muñeca; un ligamento llamado Transverso del carpo, por donde transcurren los tendones que flexionan la muñeca y los dedos, y el nervio mediano, que recoge la sensibilidad del pulgar, índice, corazón y parte del anular y moviliza los músculos de la base del pulgar. La lesión aparece cuando el tendón se inflama, debido, entre otras posibles razones, a su uso excedido, lo cual presiona el nervio y entorpece el movimiento.
Los síntomas se presentan gradualmente a través de sensaciones de calor, calambre o rigidez en la palma de la mano y los dedos, especialmente el pulgar, medio e índice. “Al comienzo se da durante la noche y puede ser en una o ambas manos, pero a medida que se agrava, el calambre se siente durante el día”, asegura el doctor Sánchez.
Otras señales que pueden evidenciar la enfermedad son la dificultad para cerrar el puño o tomar objetos pequeños. “En casos crónicos o sin tratamiento, los músculos de la base del pulgar pueden debilitarse o atrofiarse. Algunas personas pierden la sensibilidad y no pueden distinguir el frío o el calor a través del tacto”.
Este médico cirujano especializado de la Clínica del Occidente, dice que es necesario prestar más atención a las manos en las labores diarias que se desarrollan. “No se deben subestimar los accidentes. Hay personas que se golpean mientras trabajan el viernes y van al médico la semana siguiente porque continúan con dolor. Al hacer los exámenes, resulta ser una fractura.”
Esta situación se presenta con frecuencia en casos de lesiones traumáticas. “Este grupo lo conforman las fracturas, cortes y demás accidentes que no tienen síntomas, pues son eventos accidentales, por llamarlos de alguna forma”, asegura Sánchez.
¿Cómo tratar estas lesiones?
De acuerdo con Sánchez, en lesiones traumáticas lo recomendable es tener cuidado y acudir al médico tan pronto como sea posible. “Muchas personas esperan a que la lesión sea más grave para consultar y, con ello, dificultan los tratamientos”.
En lesiones como el Síndrome del Túnel Carpiano, lo ideal es evitar al estado crónico de la enfermedad, cuando hay que operar. En estados leves y moderados, el tratamiento incluye realización de terapias y el uso de una férula durante las noches para evitar la sensación de hormigueo.
También se sugiere la reubicación laboral de los pacientes. “Creemos que es lo mejor para que este tipo de lesiones mejoren completamente, dado que, incluso después de la operación, si el paciente no evita las acciones manuales repetitivas constantes, no hay una mejora considerable. También se recomienda hacer estiramientos de muñeca y dedos durante la jornada laboral”, finaliza el doctor.