Un equipo de investigadores estudió la variación en el ácido desoxirribonucleico (ADN) de la mitocondria, una pequeña estructura celular que convierte los nutrientes en trifosfato de adenosina (ATP), compuesto que actúa como combustible de la célula.
La investigación es la primera que examina el genoma de la mitocondria en busca de cambios asociados con la degeneración macular relacionada con la edad, la principal causa de ceguera entre las personas caucásicas mayores de 50 años de edad.
“La mayoría de las personas no se da cuenta de que tenemos dos genomas”, señaló el autor principal del artículo, Jeff Canter, del Centro para la Investigación Genética Humana.
“Tenemos el genoma nuclear, o genoma humano, que es el que recibe toda la atención en los artículos de divulgación popular, y tenemos, asimismo, este pequeño genoma en la mitocondria de cada célula” , explicó.
Canter y su equipo estudiaron si una variación particular del genoma de la mitocondria está vinculado con la enfermedad. El cambio genético está presente en casi el 10 por ciento de los caucásicos y se le conoce como haplogrupo mitocondrial T.
La degeneración macular con la edad afecta a unos 10 millones de personas en Estados Unidos y les priva de la visión central aguda que se necesita para actividades cotidianas como la lectura, el manejo de vehículos y la identificación de rostros.