Publicidad

Vaticano critica a Obama por decisión sobre aborto

Funcionarios del Vaticano dijeron el sábado que estaban decepcionados por la decisión del presidente estadounidense Barack Obama de levantar la prohibición de la entrega de fondos federales a grupos internacionales que realizan abortos o proveen información sobre el tema.

Con información de EFE
24 de enero de 2009 - 11:56 a. m.

El titular de la Academia Pontificia de la Vida, monseñor Rino Fisichella, pidió a Obama escuchar todas las voces en Estados Unidos sin "la arrogancia de aquellos que, por tener poder, piensan que pueden decidir sobre la vida y la muerte".

Fisichella dijo en una entrevista publicada el sábado en el Corriere della Sera que "si éste es uno de los primeros actos del presidente Obama, tengo que decir, con el respeto debido, que nos encaminamos rápidamente a la decepción".

Obama firmó una orden ejecutiva el viernes que puso fin a la prohibición, revirtiendo con ello una política del gobierno de su predecesor George W. Bush.

"Con ello asesta un duro golpe no solamente a los católicos, sino a toda la gente en el mundo que lucha contra la masacre de inocentes que es el aborto", dijo otro funcionario de la academia, monseñor Elio Sgreccia, a la prensa local.

"Con las muchas cosas buenas que él pudo haber hecho, Barack Obama en lugar de ello escogió la peor", dijo Sgreccia.

No se pudo contactar a representantes de la academia el sábado.

Obama permitirá la financiación de grupos pro aborto 

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, continuó con su desmantelamiento de la “era Bush” al firmar una orden ejecutiva que levanta el veto a la financiación de los grupos que practican o informan sobre el aborto en el extranjero.

En este caso, sin embargo, estuvieron ausentes las convocatorias a la prensa y las cámaras para registrar el momento. Obama firmó la orden sin ceremonia, un día después del aniversario de la sentencia en el caso Roe contra Wade, que legalizó el aborto en Estados Unidos en 1973, y la Casa Blanca informó del hecho a través de uno de sus portavoces, Bill Burton.

Con la firma de la orden ejecutiva, el presidente cumple una de las promesas de su campaña electoral, que también había formulado su rival en las primarias demócratas y actual secretaria de Estado, Hillary Clinton. Pero también asesta un nuevo golpe al legado de su predecesor, después de que en días anteriores haya ordenado el cierre de la prisión de Guantánamo y de los centros de detención de la CIA, el fin de la práctica de la tortura en interrogatorios y haya paralizado las medidas aprobadas a última hora por George W. Bush.

La concesión o no de fondos gubernamentales a los grupos pro aborto en el exterior ha sido un asunto contencioso en las últimas administraciones, que los han autorizado durante mandatos demócratas y prohibido durante los republicanos. Esta prohibición, que se conoce como “la política de la ciudad de México”, porque se anunció en una conferencia de la ONU celebrada en esa ciudad en 1984, representó una de las piedras angulares de la política social de Ronald Reagan.

Bill Clinton la abolió durante su mandato (1993-2001) y fue abrazada de nuevo por George W. Bush, en una de sus primeras iniciativas como presidente. La medida también se conoce entre sus críticos como “la regla de la callada” porque prohíbe la concesión de fondos a grupos que defiendan o ejerzan presión para liberalizar el aborto.

Los críticos consideran que esa prohibición infringe el derecho constitucional a la libertad de expresión. Washington destina cerca de 400 millones de dólares en asistencia a la planificación familiar en 53 países, según los datos de la Agencia de Cooperación Internacional de Estados Unidos (USAID).
 
Los críticos de la “política de México” alegan que las restricciones han limitado sobremanera la financiación de grupos humanitarios que ofrecen servicios de planificación familiar y sanitarios y lo que acaban causando es que las mujeres tengan que recurrir a abortos ilegales y en condiciones poco seguras.

Los defensores de la medida niegan que haya causado un aumento de los abortos ilegales en el exterior. El anuncio de la medida suscitó este viernes numerosas reacciones, tanto a favor como en contra. El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata John Kerry, apoyó la medida y afirmó que el anuncio de este viernes representa que “la ideología ya no se interpone ante nuestra capacidad de salvar vidas en el mundo”.

“Al atar las manos de los proveedores de servicios de salud, la ideología perjudicaba nuestra capacidad de aportar servicios de planificación familiar efectivos y limitaba la gama de socios con los que podíamos colaborar en la comunidad internacional”, sostuvo Kerry. Cecile Richards, presidenta de la organización “Planned Parenthood”, también a favor, afirmó que “con una simple firma, el presidente Obama ha levantado la soga que pendía sobre la salud de las mujeres en todo el mundo”.
 
“Su anulación de la regla de la callada pone fin a ocho años de políticas que han bloqueado el acceso de las mujeres al cuidado sanitario en todo el mundo”, explicó Richards. Entre tanto, los grupos en contra del aborto se mostraron muy críticos del decreto aprobado este viernes por el nuevo presidente.

El director legislativo del Comité Nacional del Derecho a la Vida, Douglas Johnson, afirmó que el mandatario “no hace mucho les dijo a los estadounidenses que apoyaría políticas para recortar los abortos, pero este viernes ha garantizado de hecho más abortos al financiar grupos que proponen el aborto como método para controlar la población”.

Por Con información de EFE

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar