El desarrollo del cerebro de un bebé prematuro es diferente al de uno que cumplió con los nueve meses de gestación. Los cambios que sufre, en cuanto a su estructura y funcionamiento, afectan principalmente la parte encargada de enfrentarse a situaciones sociales y de entender a otras personas. Por eso, un estudio publicado por el Revista Médica Británica (BMJ) muestra que los adultos que nacieron pesando menos de 3.3 libras tienen más posibilidades de ser neuróticos o introvertidos.
La investigación, desarrollada en la Universidad de Warwick (Inglaterra), asegura que estas personas son más tensas, ansiosas y tímidas en reuniones sociales. La periodista del diario The Independent, Alice Harrold, explica que si bien “estudios previos habían revelado que existía una tendencia a tener menor coeficiente intelectual o autismo en bebés con poco peso al nacer, este informe es el primero en detenerse en la personalidad de los adultos afectados”.
Para llegara esta conclusión, los investigadores estudiaron a 200 personas en Alemania que hoy tiene 26 años y que nacieron a destiempo o con una talla muy pequeña. Sus características las compararon con 197 adultos que nacieron sin ningún tipo de complicación y en el primer grupo, la tendencia a tener comportamientos neuróticos y ser menos sociales, fue mucho más alta.
“Estas consecuencias hacen que los niños nacidos prematuramente sean, por lo general, blanco de matoneo”, le dijo el profesor Dieter Wolke, director del estudio, a The Independent, y agregó que es importante que los padres y profesores tengan en cuenta esta situación para así trabajar y ayudar en terapias para la integración social.
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