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'Las cajas de compensación pondrán 20 mil subsidios'

El presidente de Asocajas cuenta que las cajas de compensación del país alistan la chequera para aportar $305.000 millones destinados a subsidiar la vivienda de 86.000 familias.

Héctor Sandoval Duarte
16 de julio de 2013 - 12:17 p. m.
Álvaro José Cobo, presidente de Asocajas.
Álvaro José Cobo, presidente de Asocajas.
Foto: DAVID CAMPUZANO

Tras la expedición del decreto que reglamenta el Programa de Vivienda de Interés Prioritario para ahorradores (o vivienda de salario mínimo), con el que se busca beneficiar a 86.000 familias cuyos ingresos oscilen entre $589.500 y $1’180.000 al mes, las cajas de compensación están haciendo cuentas para cumplir con su objetivo: aportar $305.000 millones a esta iniciativa (el Estado pondrá $2,1 billones).

Álvaro José Cobo Soto, presidente de la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar (Asocajas) le contó a El Espectador que las cajas del país aportarán 20.000 subsidios a este programa de vivienda que se ejecutará entre 2013 y 2015.


¿Cuál será el aporte de las cajas a la vivienda de salario mínimo?

La idea de esto es que el Gobierno y las cajas de compensación se alíen para satisfacer las necesidades de 86.000 familias con ingresos de hasta dos salarios mínimos. En este programa se realiza vivienda de interés prioritario; se ejecutará entre 2013 y 2015.

En todo esto, las cajas tienen una participación muy importante. Desde el lado de la demanda, la idea es acercar a la compra de vivienda a personas que ganen poco más de $1 millón al mes. El objetivo es participar con un subsidio a la tasa de interés que corresponde a cinco puntos. De otro lado, estará un respaldo del Fondo Nacional de Garantías para lograr un acceso sin tropiezos al crédito que se otorgará por parte de una entidad financiera, caja o cooperativa.

Las personas deben hacer un ahorro como mínimo del 5% del valor de la vivienda y creo que es importante señalar que las familias entre 1 y 1,5 salarios mínimos contarán con un subsidio de 25 salarios mínimos; es decir, se ha incrementado (son $14’737.500). A las familias con ingresos que oscilen entre 1,5 a 2 salarios de ingreso, se les darán $12’969.000.


¿Qué más necesita la gente para acceder a una de estas 86.000 viviendas?

Como requisitos importantes, haciendo un abecé, hay que tener ingresos familiares entre uno y dos salarios mínimos; no ser propietario de una vivienda; no haber recibido subsidio para una casa, salvo en caso de que la gente haya perdido su vivienda por imposibilidad de pago; no haber recibido apoyo de cobertura de tasa de interés; contar con ahorro del 5% del valor de la vivienda y tener un crédito preaprobado.


¿Cuánto dinero en total aportarán las cajas a esta iniciativa?

De los 86.000 subsidios, las cajas están aportando 20.000. Esto constituye un aporte de $305.000 millones a través de los fondos de vivienda que tienen las cajas. Acá es importante mencionar que unas cajas podrán más que otras. Los recursos se repartirán en todo el país dependiendo de la oferta.


De acuerdo a la dinámica de ejecución de vivienda, ¿qué tan animada está la gente a comprar?

Aquí se trata de llegar cada día a las personas de menos recursos. En el tema de las cajas de compensación, el 72% de los trabajadores afiliados gana menos de 2 salarios mínimos. Todo esto es abrirles las puertas a más colombianos. Hay que mirar esto para que en el largo plazo sea elemento de política permanente.


¿En qué va el tema de cajas de compensación para el sector rural?

Se está trabajando en ello entre el Ministerio de Trabajo, Ministerio de Agricultura y Cajas de Compensación Familiar. También, entre gremios relacionados con el campo. La idea es lograr un esquema que apunte a la formalización en el sector rural. A través de esto, puede haber acceso a la seguridad social.


Tras la reforma tributaria, ¿cómo han cambiado este año las cosas en las cajas de compensación?

En la reforma no se cambió el mecanismo de financiación, pero sí ha sido importante que se han ampliado las coberturas de las cajas a mayor número de colombianos. En ese sentido, por ejemplo, se establece la obligatoriedad de afiliar a los empleados del servicio doméstico para que tenga los mismos servicios que hoy tiene un trabajador de una empresa.

Por Héctor Sandoval Duarte

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