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Colombia no sabe qué hacer con antibacteriales

En Estados Unidos, todos los fabricantes de jabones y productos de aseo que contengan triclosán, triclocarbán y otros 17 ingredientes, tienen un año para dejar de usarlos. Invima consultará qué hacer con la comunidad andina.

Redacción Salud
08 de septiembre de 2016 - 03:10 a. m.
Colombia no sabe qué hacer con antibacteriales

Un breve paseo por el pasillo de productos para aseo de los supermercados colombianos da la dimensión del problema que tienen entre manos los organismos de salud, así como la industria. Un gran número de jabones, talcos y geles antibacteriales han sido fabricados con triclosán, triclocarbán y algunas de las otras 17 sustancias que esta semana la Food and Drug Administration prohibió en Estados Unidos.

Según la agencia de sanidad de Estados Unidos, la industria no fue capaz de demostrar la efectividad ni la utilidad de esos ingredientes. En cambio sí existe evidencia científica sobre algunos riesgos asociados, como generar resistencia bacteriana, así como alteraciones en la glándula tiroides o el sistema reproductivo, e incluso influir en el crecimiento de recién nacidos y animales expuestos a estos componentes.

“Teniendo en cuenta la alerta de la FDA, el Invima realizará la respectiva consulta a los países miembros de la Comunidad Andina y a su Secretaría General, para revisar conjuntamente el análisis de los antecedentes y estudios de soporte que llevaron a generar la alerta de la FDA en Estados Unidos y emitir a su vez un pronunciamiento formal al respecto”, anunció el Invima.

Es muy probable que el Invima y la Comunidad Andina tomen una posición similar a la de FDA pues, de acuerdo con la Decisión Andina 516 de 2002, los ingredientes permitidos para estos productos cosméticos son los mismos de la FDA, los listados de ingredientes de The Personal Care Products Council y de Cosmetics Europe, así como las Directivas de la Unión Europea.

Marcas como Rexona, Bacterión, Capibella, Mexsana y Yodora son algunas de las que en Colombia tendrán que replantearse su uso y esperar la decisión que tomen las autoridades de salud. La FDA les dio plazo a los productores para cambiar la fórmula de sus productos. La nueva reglamentación no aplica para geles antibacteriales, toallitas desinfectantes o antibacteriales para manos ni para jabones antisépticos utilizados en instalaciones médicas y hospitalarias.

Para Claudia Vaca, profesora de la Universidad Nacional y experta en farmacoepidemiología, no será un asunto sencillo. Al margen de lo que ocurra con la decisión de la comunidad andina, el Invima tendría que “asumirlo como una decisión regulatoria y posteriormente poner en marcha una estrategia de vigilancia activa sobre esos productos”. Por tratarse de productos cosméticos, de venta libre, no se les exige registro y prácticamente entran directamente a los mercados.

“Sería un error precipitarnos”, dice Juan Carlos Castro, director ejecutivo de la cámara de la industria de cosméticos y de aseo, ANDI. Para el representante del gremio, es importante tener en cuenta que la Unión Europea aún no se ha pronunciado sobre el tema, a pesar de tener regulaciones más exigentes en muchos aspectos que los norteamericanos. También resaltó que el American Cleaning Institute, una organización de la industria en Estados Unidos, espera contar con las pruebas científicas para contrarrestar lo dicho por la FDA.

“Primero está la salud de los consumidores”, concluyó Castro, quien no tiene una cifra exacta del mercado de estos producto, pero señaló que, en conjunto, la industria cosmética y la de productos de aseo representan casi el 1 % del PIB.

Por Redacción Salud

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