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Coronavirus: hablar contagia tanto como toser

Una investigación, publicada en la revista Proceedings of the Royal Society A, demostró que los pequeños aerosoles que expulsa una persona al hablar pueden permanecer en el aire más tiempo que las gotículas que se expulsan al toser. Los autores, añaden, que esto podría explicar porqué el coronavirus se expande más en espacios interiores.

29 de enero de 2021 - 01:02 a. m.
Los investigadores concluyeron que no era seguro permanecer sin un tapabocas a dos metros de una persona infectada que habla o tose.
Los investigadores concluyeron que no era seguro permanecer sin un tapabocas a dos metros de una persona infectada que habla o tose.
Foto: Agencia AFP

La comunidad científica lleva un año tratando de entender exactamente cuáles son todas las vías de propagación del coronavirus. Entre los hallazgos, establecieron que las gotículas de saliva que una persona expulsa al hablar o al toser son la forma más común de contagio. Sin embargo, ahora una nueva investigación sugiere que el hablar también puede influir. (Lea: Al nuevo coronavirus también le gustan los paseos en carro)

De acuerdo con la investigación, publicada en la revista Proceedings of the Royal Society A, hablar con alguien que este infectado con el virus SARS-CoV-2 puede ser tan peligroso como que él tosa cerca a una persona sana. ¿La razón? las partículas quedan suspendidas en el aire. Los científicos ya lograron establecer que las gotas grandes de saliva caen al piso en distancias cortas, pero, ahora en este estudio, consiguieron demostrar que las gotas pequeñas (los aerosoles) pueden llevar al virus a distancias superiores a dos metros y permanecer.

Para comprobarlo, el grupo de científicos, liderado por Pedro Magalhães de Oliveira, profesor y experto en mecánica de fluidos de la Universidad de Cambridge, establecieron una serie de modelos con los que buscaban explorar el riesgo que representan las gotas grandes y los aerosoles, además de buscar las formas adecuadas para mitigarlos.

En la elaboración de los modelos, los expertos tuvieron en cuenta el tamaño de las gotas emitidas por las personas infectadas al hablar o toser, la composición de las gotas y el tiempo que se demoran en asentarse. Además, analizaron cuál es el riesgo de infección que tiene una persona al acercarse a un caso positivo. Para ello, tuvieron en cuenta factores como la carga viral del contagiado y la dosis estimada para causar una infección -un dato basado en estudios de un coronavirus diferente-. (Puede leer: Las personas asintomáticas transmiten el coronavirus en el 59 % de los casos)

Entre los hallazgos encontraron que, si una persona con COVID-19 habla durante 30 segundos, una hora después el aerosol total que queda contiene mucha más masa viral que después de una tos. Una situación que es mucho peor en espacios pequeños y sin ventilación. “Un escenario idóneo para contagiarse”, sugieren los expertos.

Oliveira, coautor del estudio, aseguro a The Guardian, que “hablar es un tema muy importante que hay que tener en cuenta porque produce partículas mucho más finas [que toser] y estas partículas, o aerosol, se pueden suspender durante más de una hora en cantidades suficientes para causar la enfermedad”.

Los resultados señalaron que en solo un par de segundos las partículas expulsadas pueden viajar más allá de los dos metros. Es decir, una persona no está segura si permanece sin tapabocas y a menos de dos metros de alguien que tenga COVID-19 y hable o tosa. (Le puede interesar: COVID positivo: ¿tiene sentido que también esperen una vacuna?)

Este hallazgo podría esclarecer porqué el COVID-19 puede propagarse con tanta facilidad en los ambientes interiores. Por eso, los científicos hacen un llamado a las personas a que sigan usando tapabocas, empleando el distanciamiento social y asegurando una buena ventilación con el objetivo de que estos aerosoles no se acumulen en el espacio y puedan eliminarse de manera segura.

El estudio, advierte, que para que las personas adquieran el virus deberán tener en cuenta factores como la cantidad de aerosol que inhalen, una situación que estará influenciada por temas como el uso de tapabocas, el ambiente (interior o exterior), los niveles de ventilación y la distancia entre la gente que esté en el lugar.

Los científicos, además, usaron su trabajo de investigación para elaborar una calculadora en línea , llamada Airborne.cam. Por medio de esta herramienta las personas podrán explorar y calcular cuál podría ser su riesgo de contagio a través de partículas en el aire si se encuentran en ambientes interiores. (Lea también: Reinfecciones por COVID-19, ¿qué tanto se conoce?)

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