Publicidad

El grano de oro

Su alto valor nutricional no sólo lo convierte en un superalimento, sino en un aliado de la lucha mundial contra el hambre.

Germán Gómez Polo
29 de marzo de 2015 - 02:00 a. m.

La declaración de 2013 como el Año Internacional de la Quinua y los esfuerzos que ha hecho la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para aumentar su consumo, pusieron a este pseudo cereal, literalmente, en boca del mundo. Seguramente ha escuchado a algún amigo vegetariano o de hábitos alimenticios saludables hablar de este grano andino de alto valor nutricional, con una producción milenaria ubicada, principalmente, en Bolivia y Perú, que es consumido hasta por astronautas.

Pero ¿cuáles son esas características que lo hacen un alimento destacado? Según un informe de la FAO, la composición, las hojas y la inflorescencia de la quinua son fuentes de proteína de alta calidad. Además, es rico en aminoácidos como la lisina —necesaria para la absorción del calcio, la formación del colágeno y el estímulo de la hormona del crecimiento—, no tiene colesterol, ni causa alergias, tampoco contiene gluten y posee un alto porcentaje de fibra dietética, actuando como depurador y eliminando toxinas que pueden afectar al organismo.

Ángela Franco, nutricionista de la Universidad de Antioquia, explica que aporta grasas, carbohidratos, vitaminas, minerales y otros micronutrientes que hacen difícil su clasificación dentro de un grupo de alimentos. No es casualidad que sea considerado el grano con mayor número de nutrientes por cada 100 calorías.

Y aunque es fundamental en la cocina vegetariana, sabe muy bien con ensaladas, puede prepararse como si fuera arroz o en sopas, y gracias a su variedad de presentaciones puede consumirse en cualquier momento del día por precios que oscilan entre los $8.000 y $17.000.

Sebastián Zamora, gerente general de Andean Valley en Colombia, empresa líder en la distribución de este producto en el país y en naciones vecinas como Bolivia, Perú y Chile, explica que se puede conseguir en hojuelas, harina y hasta en productos preparados como pudines, hamburguesas o espaguetis. Incluso, es posible hacer deliciosas bebidas añadiendo un poco de quinua.

Según Franco, es un alimento ideal para incluir en la alimentación de deportistas, niños, mujeres gestantes y personas intolerantes al gluten. Su utilización, sin embargo, va más allá. Un estudio reciente de la Universidad de Harvard, publicado en la revista médica BMC Medicine, reveló que el consumo diario de un plato de este grano, unos 34 gramos, reduce hasta en 17% el riesgo de muerte prematura por enfermedades cardíacas, respiratorias, diabetes y cáncer.

Este superalimento, que también se produce en menor cantidad en Ecuador y Colombia y que básicamente duplica y triplica a cereales como el trigo o el maíz en su contenido de hierro, potasio, fósforo y zinc, es una de las apuestas de la FAO para erradicar el hambre y la desnutrición, promoviendo no sólo su consumo, sino cultivo en lugares fuera de Latinoamérica.

 

 

ggomezp@elespectador.com

 

Por Germán Gómez Polo

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar