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El plan de EE.UU. para vigilar sus bacterias

Ante la resistencia que han adquirido estos organismos, la Casa Blanca hizo un llamado a los laboratorios para que intensifiquen su investigación en torno a los antibióticos.

Redacción Salud
31 de marzo de 2015 - 02:59 a. m.
Imagen de la “Klebsiella pneumoniae”, una de las principales bacterias resistentes, causante de varias neumonías bacterianas. / Flickr - NIAID
Imagen de la “Klebsiella pneumoniae”, una de las principales bacterias resistentes, causante de varias neumonías bacterianas. / Flickr - NIAID

En abril del año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el primer informe global sobre un problema de salud pública que había estado creciendo silenciosamente y al que muy pocos estaban prestando atención: la resistencia que las bacterias habían desarrollado poco a poco a los antibióticos. “El problema es tan grave que pone en peligro los logros de la medicina moderna. Una era posantibióticos en la que infecciones comunes y lesiones menores puedan matar es una posibilidad muy real para el siglo XXI”, advertía el principal organismo de salud.

Un año después de que las alarmas se encendieran con ese informe de 250 páginas de la OMS, el gobierno de Estados Unidos acaba de hacer público su plan para combatir el poder de las llamadas superbacterias durante los próximos cinco años. Desde la Casa Blanca quieren establecer una hoja de ruta que disminuya las 23.000 muertes que, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), causan estos microorganismos anualmente en ese país. En Europa esa cifra supera los 25.000 fallecimientos al año.

“La resistencia a los antibióticos está limitando nuestra capacidad de llevar a cabo una serie de procedimientos como la quimioterapia, la cirugía y los trasplantes de órganos. A medida que más cepas de bacterias se vuelvan resistentes a un número cada vez mayor de antibióticos, vamos a perder los beneficios de una amplia gama de prácticas de la medicina moderna. También estarán amenazadas la salud animal, la agricultura y la economía. Por eso esta lucha es ahora una prioridad nacional”, se lee en un comunicado.

La estrategia de EE.UU. está planteada en un informe de 62 páginas llamado el Plan de acción nacional de lucha contra las bacterias resistentes a los antibióticos (NAP). En él hay cinco puntos esenciales que marcan un camino para detener el avance de los enemigos más antiguos del hombre. Para empezar a desarrollarlos, proponen duplicar el presupuesto que se destina a esta lucha. El objetivo es que en 2016 los fondos asciendan a US$1.200 millones.

Con ese dinero se deberán cumplir las cinco metas en el próximo lustro. La primera apunta a dar un uso mucho más prudente a los antibióticos para retrasar la aparición de las superbacterias. Además, dice el documento, se deberá vigilar con mucha más rigurosidad la prescripción en la atención humana y sobre todo en la atención animal, donde estos medicamentos son usados para estimular el crecimiento de ciertas especies. Ese hábito, como lo recordó la OMS en 2014, es uno de los principales factores que han creado resistencia.

Entre sus recomendaciones, las autoridades sanitarias estadounidenses hacen un llamado a los laboratorios para que intensifiquen su investigación en torno a los antibióticos y, a modo de alerta, lanza una advertencia a la comunidad internacional: “La resistencia a los antibióticos es un problema global que requiere soluciones globales. El NAP es una labor global que requerirá de los esfuerzos de los sectores público y privado, proveedores de salud, líderes de atención de salud, veterinarios, actores de la industria agrícola y pacientes. Trabajando juntos podemos cambiar el rumbo de la resistencia a los antibióticos y hacer del mundo un lugar más saludable y más seguro para la próxima generación”.

Por Redacción Salud

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