“Convocamos a que, de manera general, amplia, abierta y democrática, el miércoles 22 de julio de 7:30 a.m. a 8:00 a.m. el personal de clínicas y hospitales públicos y privados del país, proveedores, academia y comunidad, hagamos un plantón frente a cada una de las IPS participantes, con respeto y dignidad, en defensa de la salud de los colombianos”. La invitación fue difundida desde Medellín a toda la red de clínicas y hospitales del país por los principales centros hospitalarios, con el objetivo de presionar al Gobierno a que se tomen medidas urgentes para solventar las deudas de las EPS con los centros de salud.
Los gerentes de los más reconocidos hospitales y clínicas de Medellín, como el Hospital Universitario San Vicente Fundación, el Hospital General de Medellín y la IPS de la Universidad de Antioquia, han repetido que tendrán que cerrar servicios hospitalarios por insostenibilidad financiera. Según sus cálculos, la cartera hospitalaria en el país supera los $12 billones: a los hospitales privados se les adeuda alrededor de $7 billones y a los hospitales públicos $5 billones aproximadamente.
De acuerdo con los voceros, la crisis se ha vuelto más compleja este año por el descenso mes a mes en los aportes denominados “giros directos”, un compromiso pactado con el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, en noviembre de 2014. La iliquidez ha dificultado el pago a sus colaboradores, proveedores y servicios públicos.
Minsalud anuncia acciones
Ante la crisis el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, presentó ayer un nuevo plan de acción de gobierno para aliviar la iliquidez del sistema y dar mayor control a la Superintendencia de Salud.
“Es importante saber que se trata de un problema de liquidez de corto plazo serio, que si no se toman las medidas necesarias terminará por afectar a los pacientes”, afirmó Gaviria y anunció que la inyección de nuevos recursos al sistema de salud, distintos a la UPC (Unidad de Pago por Captación), será de $1,5 billones en los próximos tres o cuatro meses.
Para sanear deudas el Gobierno utilizará tres estrategias. La primera, a la cual Gaviria se refirió como el “fondo de garantías del sector salud”, es un decreto que creará una línea de créditos blandos para las EPS. La norma se firmará este mes y la línea de crédito estará estructurada a finales de agosto.
Asimismo, el Gobierno destinará nuevos recursos de compra de deudas a las EPS, que se recobrarán en un año a través de la UPC, y las Cajas de Compensación que participan o han participado en el régimen subsidiado podrán utilizar algunos recursos para disminuir deudas.
Por otro lado, para otorgarle mayor control a la Superintendencia de Salud, el Ministerio decidió que la entidad verificará de manera anticipada los montos autorizados por las EPS a los prestadores de servicios de salud. Además creará un grupo de seguimiento a los recursos que se encargará, entre otras tareas, de garantizar que el giro directo se cumpla y de aplicar sanciones en caso de que haya alguna anormalidad. Esto teniendo en cuenta que a partir de ahora el modelo de giro directo podrá aplicar para todas las EPS del régimen contributivo que no cumplan las condiciones financieras, y no sólo para las que estaban intervenidas, como venía funcionando hasta el momento.
Para el ministro Gaviria la crisis financiera no se debe a una cuestión de falta de recursos, sino de liquidez de un sistema que ha heredado las deudas del pasado. “No ha existido una disminución sustancial del giro directo y, como en toda crisis financiera, ésta requiere claridad de las reglas de juego, generación de confianza entre los diferentes agentes, tiempo y liquidez para que podamos resolverla”, aseguró.