El sexo se convirtió en un asunto de gobierno en Suecia. Tanto así que el ministro de salud del país, Gabriel Wikström, tomó las riendas del asunto y encargó un informe sobre la salud sexual y hábitos sexuales de los ciudadanos suecos. La investigación, dicen, culminará en 2019 y es la primera que se realiza a nivel nacional después de 20 años.
El asunto surgió luego de que varios medios locales alertaran sobre una menor actividad sexual entre los habitantes de este país nórdico. Wikström escribió también una columna en un diario local en donde aseguraba que era clave investigar cuál era la raíz del caso. “Si el estrés y otros problemas de salud están afectando a las vidas sexuales de los suecos eso también es un problema político”, aseguró.
El ministro se refería al estudio publicado en 2013, realizado a 3.000 personas, en el que se constataba una disminución del apetito sexual entre los suecos. El funcionario aseguró que dicho estudio no era lo suficientemente científico y por eso encargó uno más técnico que permitiera tomar futuras medidas políticas.
La decisión de estudiar a fondo los hábitos sexuales en el país, no ha sido bien recibida por la oposición. Cecilia Widengren, portavoz de políticas sociales del Partido Moderado de corte conservador, aseguró que “el sexo y la política no se mezclan”.
No obstante, para Wikström “la sexualidad es un área que influye en la salud de las personas, de tal forma que no sólo podemos hablar sobre temas como las enfermedades venéreas sino también acerca del propio deseo”, aseguró el ministro.