Investigadores de la Universidad de Essex en Colchester (Reino Unido) investigan una nueva fobia bautizada ‘trypophobes’ y definida como el miedo a las agrupaciones de pequeños formas geométricas, categoría en la que estarían los hormigueros, los panales de abejas e incluso las bombas de jabón. La trypophobes se activa cuando la persona ve “grupos de agujeros en diversas formaciones, simétricos o asimétricos”, provocando reacciones que pueden ir desde la migraña hasta ataques de pánico, sudoración y taquicardias.
Según los autores de la investigación, publicada en ‘Psychological Science’, esta fobia tendría su origen en la “evolución de una función visual específica que se relaciona con algunos animales venenosos y, en contra de otras fobias, no se trata de un miedo social aprendido”. El doctor Geoff Cole, uno de los autores del estudio, aseguró que “puede haber una parte antigua evolutiva del cerebro que dice a la persona afectada que mira un animal venenoso”.
El doctor Cole, quien confiesa que ha tenido reacciones asociadas a esta fobia, se refiera a ella como “la fobia más común de la que nunca ha oído hablar”. En el experimento que realizaron para llegar a estas conclusiones, en el que utilizaron 76 fotografías que inducen la trypophobia, el 16% de los participantes tuvieron reacciones relacionadas con esta fobia, de la que no exista literatura científica, según se han lamentado los investigadores.
“Creemos que todo el mundo tiene tendencias de trypophobic a pesar de que pueden no ser conscientes de ello. Esto respalda la teoría de que estamos configurados para tener miedo de las cosas que nos hacen daño en nuestro pasado evolutivo. Tenemos una predisposición innata a desconfiar de las cosas que nos pueden dañar”, señala Cole.