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Nuevo modelo de salud, muchas preguntas pendientes

Minsalud propone que existan médicos familiares asignados a cada colombiano, la creación de redes de atención entre instituciones, volver a una organización por departamentos y pagar por tratamientos completos.

Pablo Correa
17 de febrero de 2016 - 04:05 a. m.

Hace exactamente un año el presidente Juan Manuel Santos sancionó la Ley Estatutaria de Salud, que para muchos es la piedra angular para construir un nuevo sistema de atención médica. El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, y su equipo de colaboradores aprovecharon el aniversario de la ley para anunciar “un modelo integral de salud”, con el que aspiran a dejar atrás problemas crónicos que todos los colombianos conocen de sobra: largas filas en urgencias, paseos de la muerte, tramitomanía, barreras de acceso y largas esperas para obtener autorizaciones de tratamiento.

“Queremos que se entienda como un paso hacia adelante que recoge el espíritu de la ley estatutaria. Sobre todo en un elemento: la integralidad. Queremos poner al paciente en el centro del sistema”, explicó Gaviria. Para el ministro, las discusiones de los colombianos frente al sistema de salud se han “centrado en una ilusión, en que una gran reforma en el Congreso lo va a mejorar todo”. Recordó que en los últimos años se han sancionado cinco leyes (1122, 1438, 1607, 1751 y 1753) que contienen los elementos que se necesitan para hacer cambios. “El reto”, dijo, “es la implementación de todos esos principios”.

Principales cambios

De acuerdo con el viceministro de Salud, Fernando Ruiz, el sistema actual obligó a cada colombiano a convertirse en su propio gestor de salud y a ir de puerta en puerta buscando autorizaciones para sus tratamientos. Una de las reformas que se introducen con este modelo es que las EPS, las IPS y las secretarías de Salud se ven obligadas a trabajar en equipo y crear “redes integrales de atención”. Es decir, si un paciente necesita ser tratado en una clínica pero requiere un examen como rayos X o tomografía en otro lugar, el flujo entre una institución y otra debe estar garantizado. Ruiz explicó que el Gobierno ahora va a regular “cómo se atiende a la gente”, creando rutas de servicios.

Otro elemento del modelo es que vuelve a convertir las entidades territoriales (gobernaciones, alcaldías y sus respectivas secretarías de Salud) en actores importantes a los cuales les corresponde trabajar de cerca con las EPS e IPS, tanto en la atención básica como en temas de salud pública general. Además, las entidades territoriales tienen la misión de aprobar la conformación de redes de atención entre instituciones. La idea es que esas redes se construyan en un ámbito departamental. “No tiene sentido que en departamentos como La Guajira existan 17 EPS”, comentó Ruiz.

El modelo también busca dar vida a la medicina familiar y la adscripción. Como ocurre con otros modelos de salud en el mundo, la idea es que cada colombiano y cada familia sienta que existe un médico, con nombre propio, que debe estar atento de su cuidado y salud. En países como Inglaterra, cada médico familiar tiene asignadas entre 2.000 y 2.500 personas a las que debe conocer y atender. Aún no está claro cómo operaría en Colombia.

El viceministro Ruiz explicó que en Colombia el sistema se congestionó en hospitales de alta complejidad, pero se subutiliza en el 60% en los niveles básicos de atención. El nuevo modelo busca dejar atrás una forma de atención médica basada en la enfermedad para pasar a un modelo preventivo capaz de hacer seguimiento a las personas sanas.

También crea incentivos para premiar a las instituciones que demuestren un buen manejo de sus pacientes. Y, por otro lado, busca cambiar el modelo de pagos en el que se remunera a las IPS por cada servicio médico prestado y se pase a un modelo de pago por el manejo integral de un paciente.

Retos y dudas

Uno de los retos, como lo señaló el secretario de Salud de Bogotá, Luis Gonzalo Morales, será la tecnología para integrar la información de cada paciente. Con el fin de que una red opere adecuadamente, se requiere compartir información, y eso sólo es posible con un buen sistema de historias clínicas digitales. Un ejemplo claro de lo atrasado que está el país al respecto es que en la red pública de 22 hospitales del Distrito existen 57 softwares distintos para guardar información clínica.

La propuesta del Gobierno provocó diversas reacciones entre los líderes del sistema de salud. En términos generales, todos coinciden en que el Ministerio de Salud ha hecho un esfuerzo por solucionar muchos de los problemas y creen que las propuestas son buenas “en el papel”, pero falta mucho para hacerlas realidad.

“Para nosotros la intención es buena, porque el modelo teórico es bueno. Pero no está relacionado con la economía del sistema, la facturación y las cuentas. De buenas intenciones está hecho el mundo”, reflexionó Néstor Álvarez, representante de la organización Pacientes de Alto Costo.

Jaime Arias, director de Acemi, la organización que agrupa a doce de las más grandes EPS del país, celebró la propuesta del Gobierno y cree que se trata de uno de los cambios más importantes en la historia del sistema de salud colombiano, aunque tiene varios peros a las ideas del Gobierno.

Uno es el temor a que la entrada de los políticos termine politizando las redes integrales de atención. Tampoco ve claro cómo van a trabajar en conjunto con entidades territoriales.

“No digo que estoy en desacuerdo, pero es casi como mezclar agua con aceite. En la práctica es difícil. Porque los municipios y las EPS manejan conceptos distintos de territorio. El territorio de entes territoriales es geográfico. El de las EPS es virtual; tienen una base de datos y gente regada por todo el país”.

Y, al igual que sus colegas del sistema, cree que el modelo presentado ayer por el Gobierno “está todavía en un nivel conceptual”.

Juan Carlos Giraldo, director de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas, reconoció el esfuerzo del Gobierno por plantear un nuevo modelo de atención, pero, al igual que otros líderes del sector, piensa que hay muchas preguntas por resolver. Su principal crítica a lo planteado por el Minsalud es que “esto suena bien, pero tienen que hacer cambios fundamentales en el papel de las EPS, en las fuentes de financiación del sistema y en la gobernanza. Esos son los elementos vitales para que esto funcione”.

Para Giraldo, mientras el Gobierno no presente “los instrumentos” con los que todas estas buenas intenciones e ideas se van a llevar a la práctica, como modelos de contratación y criterios para conformar redes de atención, será muy difícil juzgar si el resultado será bueno o malo.

Es una crítica con la que coincide Denís Silva, representante de Pacientes Colombia, “el modelo no cambia. Es el mismo modelo de aseguramiento. Son las EPS las que van a conformar la red. Las EPS siguen teniendo papel dominante sobre otros actores”. Otra de sus preocupaciones es que el nuevo modelo podría bloquear la “portabilidad nacional”, es decir, un paciente puede ser atendido en cualquier lugar del país. Silva y las organizaciones de pacientes agremiadas creen que el Gobierno no está cumpliendo con uno de los principios de la ley estatutaria y esto es crear un nuevo modelo de salud partiendo de la participación efectiva de todos los actores del sistema.

En lo que todos los actores coinciden es que el actual sistema es insostenible y en que están dispuestos a contribuir y trabajar para cambiar lo que sea necesario.

Por Pablo Correa

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