Unos 200 niños nicaragüenses que nacieron con labio leporino, una malformación congénita que les impide hablar, comer y respirar bien, son operados esta semana en Nicaragua por médicos de la Organización Operación Sonrisa y con el apoyo del gobierno.
En las cirugías que se realizan en Managua y la norteña ciudad de Estelí participan 100 médicos voluntarios de la organización que llegaron a Nicaragua en el marco de una cooperación con el Ministerio de Salud.
"Esperamos que todo salga bien", dijo a la AFP Blanca Córdoba, tía de una niña de cuatro años que aguardaba ser trasladada a sala de operaciones, en el estatal hospital Alemán-Nicaragüense de Managua.
A su lado, Hamilton, un niño también de cuatro años del Caribe sur, espera que la operación le ayude a comer mejor pues la fisura en el paladar provoca que los alimentos se filtren a su nariz, explica su madre, Jami Valdivia.
Después de la cirugía los niños son trasladados a una sala de juegos , donde se relajan.
"Se ha desarrollado todo muy bien", dijo a la AFP el director médico de la organización, el cirujano plástico Rodrigo Cabrera durante un receso.
Los niños beneficiados pertenecen a familias pobres del interior del país, cuyas madres se dieron cuenta del programa a través de centros médicos públicos.
"El ministerio de salud me dijo que estaba la brigada médica en Managua y me vine (con mi hija)", dijo Niksia Granada, de 26 años, quien vive en la ciudad minera de Bonanza, en el caribe norte.
Los beneficiados reciben subsidio para transporte y alimento y tienen la opción de dormir en un albergue.
Se estima que en Nicaragua nacen anualmente de 300 a 350 niños con el labio o el paladar hendido. En Latinoamérica y el Caribe el problema afecta a uno de cada 500 niños.
La organización que tiene sede en Estados Unidos tiene previsto operar este año a 400 niños nicaragüenses. La misión ha realizado más de 4.000 cirugías reconstructivas en Nicaragua en los últimos 22 años.