Los esfuerzos para enfrentar los problemas materiales básicos agotan las capacidades mentales de las personas pobres, lo que les deja poca energía cognitiva para dedicarse a su educación, señaló un estudio publicado el jueves en Estados Unidos.
Esta movilización de capacidades cerebrales para superar situaciones estresantes, como el hecho de saber si se tendrá el dinero suficiente para alimentar a la familia o pagar el próximo alquiler, puede suponer una reducción de 13 puntos del coeficiente intelectual (CI) de una persona, es decir un descenso de un 10% con respecto a la media de la población.
Por AFP
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