Por primera vez las células madre pueden curar los daños cerebrales

El experimento se hizo con ratones y permitirá trasplantar neuronas para tratar lesiones como los traumatismos, la epilepsia o los procesos neurodegenerativos en humanos.

Redacción Vivir
14 de abril de 2015 - 03:09 p. m.
Neuronas en el cortex o capa superficial del cerebro de un mono.
Neuronas en el cortex o capa superficial del cerebro de un mono.

 Por primera vez se ha logrado reparar una lesión de cortex cerebral mediante el implante de neuronas generadas a partir de células madre. Las cabezas detrás del proyecto, que salió publicado en la revista Neuron, son científicos de la Universidad Libre de Bruselas a cargo de la española Sandra Acosta Verdugo.

El experimento se hizo en ratones y sus conclusiones le abren la puerta a terapias que podrían aplicarse en humanos para tratar lesiones cerebrales producidas por ictus, hematomas cerebrales, traumatismos, epilepsia o ciertos procesos neurodegenerativos.

“En el experimento, desarrollado en ratones, las neuronas trasplantadas se han integrado en el 100% de los casos, con lo que se ha logrado la curación de lesiones del córtex cerebral”, explica Acosta, líder del estudio al diario el País de España.

El córtex es la capa más superficial del cerebro parte del cerebro que únicamente tienen los mamíferos, por eso, resulta tan interesante para los biólogos que estudian la evolución y el desarrollo. Sin embargo, el cortex tiene una capacidad de autoreparación muy pobre.

“No tendría sentido quitarle neuronas a un paciente y luego tratarlas para implantarlas de nuevo porque las neuronas que se extraigan el córtex se habrán perdido para siempre, el córtex del paciente no puede regenerarlas por sí mismo”, indicó Acosta a ese medio.

Ahí radica la dificultad de trabajar con neuronas, unas células muy diferentes a las demás. Pero esta limitación dirigió la mirada del grupo de científicos hacia el uso de células madre inducidas (conocidas en inglés como iPSC). Dichas células se configuraron como la única alternativa que podía sortear este problema.

Otro reto que tenía que superar este experimento consistía en que los trabajos anteriores sobre este tema arrojaron resultados poco alentadores y muy limitados. Las investigaciones pasadas sugerían que el cerebro adulto apenas permitía el crecimiento axonal de las neuronas del córtex, es decir, la conexión entre neuronas.

Otro riesgo que afrontaron los científicos fue la posibilidad de que surgieran tumores en el cuerpo receptor. Sin embargo, esto es inherente al empleo de terapias con células madre y se ha constatado como un riesgo reducido cuando se trata del córtex cerebral.

El hallazgo de las células inducidas en 2006 ha sido un paso gigante que ha abierto las puertas a la posibilidad de las terapias celulares. El japonés Yamananka las descubrió por primera vez en el 2006 y fue galardonado con el premio Nobel de Medicina seis años después.

Por Redacción Vivir

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