Revive el debate por el Misoprostol

La iglesia criticó fuertemente la decisión del Consejo de Estado de darle el visto bueno a la inclusión del Misoprostol en el plan de beneficios de salud de los colombianos.

Catalina González Navarro
24 de enero de 2013 - 04:21 a. m.
El Misoprostol no es considerado anticonceptivo  y su uso está ligado a procedimientos médicos muy concretos. / Archivo
El Misoprostol no es considerado anticonceptivo y su uso está ligado a procedimientos médicos muy concretos. / Archivo

La decisión del Consejo de Estado de respaldar la permanencia del Misoprostol en el Plan Obligatorio de Salud, abrió el debate sobre los alcances de este fármaco utilizado para interrumpir el embarazo. Mientras la iglesia, a través de la Conferencia Episcopal Colombiana, aseguró que este hecho no es un beneficio para las mujeres ya que pone en riesgo su salud física y mental, los expertos defienden su uso bajo supervisión médica y para tratamientos muy específicos.

Inicialmente, el Misoprostol era utilizado para combatir problemas gástricos y úlceras, pero luego se encontró que traía mayores beneficios para la contracción uterina. Hoy este fármaco es usado principalmente en procedimientos ginecológicos para dilatar el cuello uterino y realizar instalaciones de dispositivos en este órgano, o para biopsias en el interior del útero.

Álvaro Monterrosa, ginecólogo y jefe del Departamento de Investigaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, le explicó a El Espectador que, por ejemplo, el Misoprostol se usa en embarazos avanzados en los que es necesario inducir el parto o en los que el feto está muerto y es necesario evacuarlo.

Es por esta razón que el medicamento debe ser suministrado por un médico que conoce las dosis necesarias y vigila los riesgos o complicaciones que se puedan presentar. La automedicación puede provocar episodios severos de dolor, hemorragias o complicaciones serias que incluso pueden llevar a la muerte.

Para el doctor Monterrosa el problema radica en el mal uso del medicamento. “Usarlo para interrumpir deliberadamente el embarazo es penalizado porque es ilegal, primero porque el Misoprostol no es un medicamento abortivo y segundo porque en Colombia este procedimiento solo es aceptado en tres situaciones específicas: cuando la concepción es producto de una violación, cuando existe un peligro físico para la madre y cuando hay malformaciones o problemas graves en el feto”.

Diferencia con la pastilla del día después

El Misoprostol y el método de anticoncepción de emergencia son totalmente diferentes. El Misoprostol no es considerado anticonceptivo y su uso está ligado a procedimientos médicos muy concretos, mientras la también conocida como “pastilla del día después” es considerada como la segunda oportunidad de administrar un componente hormonal antes de que se implante el embarazo.

Según el ginecólogo Monterrosa esta pastilla “impide la implementación del embarazo” y es por esa razón que se ingiere 72 horas después de la relación sexual sin protección. Cabe aclarar que la “pastilla del día después” no es un método de planificación familiar regular como los preservativos o dispositivos.

Por Catalina González Navarro

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