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La cifra de mujeres embarazadas con el virus zika se duplicó en la última semana. Pasó de 890 a 1.911, de los cuales casi el 90% de los casos fueron confirmados por clínicas. Norte de Santander es el departamento que acumula la mayoría de casos (769), seguido de Huila.
Las autoridades de salud han asegurado que estos casos deben ser considerados de alto riesgo y la alerta verde está declarada en la red hospitalaria, con el fin de alertar sobre la llegada de alta demanda de pacientes. Ante estas medidas, gremios de las EPS y hospitales aseguraron que los centros de salud podrían colapsar. En todo el país ya se reportan más de 20 mil casos de pacientes con zika y se espera que la cifra siga aumentando, ya que hay 205 casos sospechosos en estudio y las proyecciones oficiales indican que este año serán 650 mil las personas infectadas.
Mientras tanto, la Organización Panamericana de Salud (OPS) pidió ampliar el acceso a los anticonceptivos en América Latina ante la expansión del virus, pero recordó que la decisión de concebir es un derecho exclusivo de la mujer.
Puerto Rico, Ecuador, Colombia, República Dominicana, Jamaica, Honduras, Panamá y El Salvador han pedido a sus ciudadanas que no se queden embarazadas mientras haya zika en el país, hasta que se sepa más del virus y, en el caso de El Salvador, hasta dentro de dos años.
"No sabemos cuánto va a durar. ¿Qué pasa si en dos años está peor? Esa no es la solución. Hay que trabajar para disminuir el vector (el mosquito) y para que las mujeres tengan mayor acceso a la contracepción", consideró Suzanne Serruya, directora del Centro Latinoamericano de Perinatología, Salud de la Mujer y Reproductiva de la OPS.
"Lo que más nos preocupa es el acceso a los métodos anticonceptivos, en todos los países de la región es diferente en función de los niveles de pobreza. El acceso puede variar tanto como de entre un 47 % y un 7 % según zonas y barrios", agregó Serruya.
Las mujeres pobres se encuentran en una doble situación de vulnerabilidad: viven en las zonas donde hay más riesgo de contraer el virus por las aguas estancadas donde se cría el mosquito y son las que tienen menos acceso a los anticonceptivos y a la educación sexual. "Esta debería ser una oportunidad para que los países mejoren sus servicios de planificación familiar", apunta la organización.