ADIÓS A LAS GRASAS
De acuerdo con un estudio realizado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), el vino activa la función del gen SIRT1, que frena la formación de nuevas células de grasa y ayuda a movilizar las que se encuentran en el sistema sanguíneo. A éste se suma una investigación de la Universidad Estatal de Oregon, publicada en la revista ‘Journal of Nutritional Biochemistry’, según la cual el consumo moderado de vino tinto puede contribuir a mejorar el hígado graso.
CORAZÓN CONTENTO
Una copa de vino diaria para las mujeres y dos para los hombres puede prevenir enfermedades cardiovasculares como los infartos. Esto se debe a que esta bebida aumenta los niveles de colesterol bueno y disminuye los malos, responsables de taponar las venas y las arterias.
MENTE SANA
Después de hacerle seguimiento a 1.500 mujeres durante 34 años, la Academia Sueca Sahlgrenska pudo demostrar que el consumo moderado de vino disminuye los riesgos de demencia senil y contribuye a la función cognitiva y agilidad mental. De acuerdo con el estudio, los antioxidantes del vino también ayudan a la buena salud de las arterias.
PARA PREVENIR EL CÁNCER
Un estudio del Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson arrojó como resultado que los hombres que consumen cuatro vasos de vino tinto a la semana reducen hasta 50% los riesgos de sufrir de cáncer de próstata.
FUERZA MUSCULAR
Por medio de un experimento con ratas, científicos demostraron que el resveratrol, un compuesto propio de la uva, aumenta la masa y la fuerza muscular. Los investigadores sometieron a varias ratas a un ambiente sedentario, limitando sus movimientos, y a otro grupo le suministraron resveratrol. Los animales que no lo consumieron empezaron a sufrir problemas en sus músculos y huesos, que los obligaron a ser menos activos.
SIEMPRE JOVEN
La revista ‘Archives of Internal Medicine’ publicó un artículo que concluye que el vino reduce las arrugas en la piel, pues neutraliza los radicales libres, responsables del envejecimiento, gracias a los polifenoles, unas moléculas que, según algunos expertos, poseen hasta 50 veces mayor acción antioxidante que la vitamina E y 30 veces más que la vitamina C.
DIENTES BLANCOS
Aunque durante mucho tiempo se creyó que el vino manchaba los dientes, el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación de la Universidad Autónoma de Madrid desmintió esta afirmación. Según esta institución, el vino tinto es una bebida eficaz en la lucha contra las bacterias que se encuentran en la boca y que se adhieren durante largos períodos de tiempo a los dientes, gracias a los polifenoles (antioxidantes naturales) que contiene y que a su vez desaceleran el crecimiento de la flora bacteriana que se aloja tanto en los dientes como en las encías.