Alerta amarilla de Fitch y de Moody's

COINCIDO CON LOS HACEDORES DE política macroeconómica en que hacer proselitismo político con la realidad económica es bastante fácil, y agrego que hacerlo en una situación difícil como la que estamos viviendo es aún más fácil, pero es menester también decir que en escenarios como el que nos encontramos es urgente actuar con mayor proactividad para evitar que la situación se agrave. Por ello, respaldo íntegramente la solicitud reiterada del presidente de la ANDI cuando reclama con urgencia medidas contracíclicas en la recuperación de la producción industrial (que al mes de mayo seguía postrada con un crecimiento negativo del 0,6 % y un año corrido también en rojo con el -1,3 %). Algo similar podría predicarse del consumo cuando se presenta a mayo una caída del -0,5 % y en el año corrido del -1,4 %.

Pero el paso central cuando uno enfrenta un problema, como sucede normalmente con un adicto, es reconocerlo y, a partir de allí, encontrar una salida. Releyendo el “Marco Fiscal de Mediano Plazo”, da la sensación que los hacedores de política macro aún no reconocen la crítica situación. De hecho siguen pensando en el 2017 en un crecimiento del 2,3 % que el Banco de la República, y ahora se suma Fedesarrollo, ni siquiera respaldan como el escenario más probable. No es suficiente con esperar a que las tasas de interés a la baja den resultados en crecimiento del PIB, o con destacar un buen desempeño del agro en el primer semestre (que seguramente no se dará en el segundo por cuanto viene de una base muy baja en el 2016 que no fue igual en el segundo semestre), o en un mejoramiento temporal del precio del petróleo y su impacto en exportaciones (que viene corrigiendo a la baja).

Piense usted en el siguiente escenario: deterioro en consumo e industria, demoras en el crecimiento de la construcción y dificultades en el sector minero e hidrocarburos por caída en los precios internacionales y retrasos por licencias y consulta a comunidades. Piense en el impacto de lo anterior en el resultado fiscal y piense en el efecto negativo adicional que de hoy a seis o siete años tendríamos que importar combustible por la desaparición de nuestras reservas. Si lo que dicen los expertos de que nuestro gasto público es inflexible entre un 50 y un 70 %, y que las vigencias y compromisos fiscales futuros suman billones de pesos, a la vuelta de algunos años estaremos viviendo un momento difícil a menos que actuemos a tiempo.

De pronto para forzar a reconocer el problema y actuar más rápida y proactivamente en el camino correcto, viene bien la alerta amarilla que han puesto de presente Fitch y representantes de Moody's a la economía colombiana. Insisten ambos en la urgencia de cuidar con atención el crecimiento económico para no deteriorar aún más el déficit fiscal y retroceder en la calificación crediticia del país. Pero alertan en que desafortunadamente los recortes fiscales parecen más probables en gastos de capital (que son los que alimentan el crecimiento vía inversión) y se ven más apretados con los gastos previstos para la implementación del acuerdo de paz. Recuerdan finalmente la urgencia de reformas estructurales para mejorar la competitividad y otras que permitan que el país converja a las metas fiscales de mediano plazo.

O crecemos competitiva y ordenadamente o se agotan las fuentes fiscales y no quedará salida distinta a aplicar la estrategia de República Bananera de gastar ahora sin control, para dejarle el problema al siguiente gobierno.

DE POSTRE. Da tristeza constatar en redes sociales, en expresiones de medios y de políticos, en actuaciones de ejércitos de difamación en redes y aún en columnas de opinión, la bajeza a donde hemos llegado en la confrontación de las ideas y de la solución a los problemas. Si esto es aún sin el ardor de la campaña política, imagínese lo que viene a continuación. Sabia lección de los abuelos es obligarnos a actuar duro con los problemas y suave con las personas, pero sobre todo a actuar con verdad y grandeza a pesar de la diferencia y en especial entre quienes ejercen liderazgo en el país.

jrestrep@gmail.com, @jrestrp