Publicidad

América

Iván Mejía Álvarez
01 de abril de 2013 - 10:00 p. m.

Es una magnífica noticia: parece ser, eso aseguran sus dirigentes, que por fin el América será liberado de la ignominiosa Lista Clinton.

Hace ya un buen tiempo que el Tuluá había salido de esa esperpéntica e imperialista condición. Se había hecho justicia con el cuadro del corazón del Valle. Los señores del Departamento de Estado, vigilantes de la moral y la ética, policías del mundo, se arrogan la condición de juzgamiento de los nacionales de otros países, pero no se conocen equipos o ciudadanos de allá, de Estados Unidos, que hayan sido castigados. La Lista es sólo para los de acá, para tan solo algunos de una determinada región. Es la ley del embudo, en la que es todo para ellos y nada para los demás.

Sale América, si se confirma todo lo que han dicho personas muy bien enteradas, en un momento crítico de la institución, cuando las cuentas en lo económico se vuelven a poner durísimas, cuando la ausencia de patrocinio pesa demasiado en la viabilidad de un equipo que ha tenido que soportar por años el trasegar por el desierto de cuentas bloqueadas, de ausencia de ayudas oficiales y particulares, de una lucha por el día a día en medio de su crítico pasado.

Los últimos dirigentes del elenco rojo han dedicado sus mayores energías a liberar a la institución de esa oprobiosa condición de “purgado” oficial de los gringos. Muchos han ayudado en la tarea, como el exfiscal Mario Iguarán, el exalcalde Ospina, el director de Coldeportes Andrés Botero, quien ha dado una mano grandísima, y por supuesto el actual titular Oreste Sangiovanni, el gestor de la magnífica noticia para una de las dos hinchadas más grandes del país. Todo lo que se diga de ellos es poco para quienes invirtieron tiempo, sacrificios personales, económicos y de imagen en ayudar a la causa de permitirle al América sobrevivir a la ignominia.

No sería justo ignorar a Ramón Jesurún y la dirigencia del fútbol, que han sido solidarios. Ellos saben que América es la pasión de un pueblo y arrastra multitudes, mueve torniquetes en todo el país y hace parte de la historia del balompié en Colombia.

Liberado de las cadenas que lo tenían atado de pies y manos, con una daga en el cuello permanentemente, ahora América tiene que pensar en conseguir grandes patrocinadores, que ya pueden invertir en una institución absolutamente saneada. Es el momento de pensar que una gran empresa puede vincularse, hay que buscarla, para que el futuro que incluye el regreso a la A sea por la puerta grande.

El hincha rojo ya sabe que la penosa travesía es cosa del pasado. La mechita vuelve a existir con todas las de la ley…

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar