Amistades

J. William Pearl
06 de junio de 2017 - 03:00 a. m.

Es relevante hacer énfasis en que no es importante el número de amigos como si lo es  la calidad de las relaciones, es decir no importa para nada si son pocos.

Una charla de TED Talks que  por estos días  está circulando bastante  me impactó mucho; hace 75 años la Universidad de Harvard empezó un estudio sobre la felicidad el cual nunca fue interrumpido,  Robert Waldinger  cuarto  director del proyecto dice que independientemente de la cantidad de ingresos o  nivel social, lo más importante para tener una buena vida son las buenas relaciones.  ¿Vuelve el ser humano a las relaciones de pequeño?

El estudio arroja entre muchas cosas que no tener relaciones o tenerlas malas afecta  la salud notablemente, haciendo  que la vida se haga más corta. Las enfermedades acechan y la calidad de vida es bastante regular, independientemente de los bienes materiales que se posean.  También afecta el cerebro y su desempeño  de manera drástica.   Es importante  tener también actividades cuando se es mayor. La soledad es un factor muy importante que afecta al ser humano.  Con los años las personas se van muriendo y no se tiene con quien compartir las vivencias de antaño.    

Para vivir una buena vida, no se necesita tener dinero o ser famoso, basta solamente con tener en quien poder contar y estos son la familia  y los amigos, también tener una actividad que nos guste y practicarla. Lamentablemente la familia no siempre está ahí para acompañar. Hace unos años se moría en la casa de los hijos, hoy en día  en un hogar geriátrico  que muy pocos visitan y si lo hacen  esto se produce con poca frecuencia, esa decir se pasan los últimos años en soledad generalmente.  Otro factor importante son los amigos, pero no todos viven el mismo tiempo y por ende quienes si están con vida pasan a sufrir una mayor soledad.  El último factor que está en el estudio es el trabajo, el cual a cierta edad tiende a acabarse, es por eso que es bastante importante tener una actividad regular.

 Muy pocas cosas llenan como los amigos  que se tiene cuando se es menor  de edad,  es por eso que  muchas personas   vuelven a sus amigos de infancia, estos son sinceros, sin  interés lo quieren a uno  genuinamente, no por quien se es,  o por lo que se tiene materialmente. Es bien entendible la razón por la cual luego de dar muchas vueltas se regresa generalmente a los amigos de infancia, quienes sin interés alguno aceptan a las personas tal y como son.

En los Estados Unidos están más avanzados, existen estados como la Florida que por el buen clima se presta para  que la vida de los adultos mayores sea mucho mejor, también existen barrios para adultos mayores, así como  lugares donde pasan el tiempo y se divierten, lo cual es  muy bueno ya que se puede compartir con personas de su misma generación y entre ellos, esos nuevos amigos se vuelven muy importantes en la vida.

Es relevante hacer énfasis en que no es importante el número de amigos como si lo es  la calidad de las relaciones, es decir no importa para nada si son pocos. La calidad viene de los verdaderos amigos, sin premeditación sin buscar a las personas por interés lo cual   no   permite una verdadera amistad.

Con los matrimonios conflictivos pasa algo similar y es que es preferible estar separado que mal casado, la compañía en este caso no es buena. No es que no se pelee, lo cual es apenas natural después de tantos años. Es saber perdonar y entender que las relaciones diarias  desgastan y afectan.  

A los largo de la vida, se conocen muchas personas, pero nada reemplaza los amigos sinceros de infancia y por su puesto la familia,  que se convierte en los amigos que por diversas razones no están siempre  cerca, pues además de ser cercanos también llevan la sangre (si no son adoptados; pero igual son  familia) y esos son los  nuevos amigos. No siempre se puede regresar a las amistades de pequeño por muchas razones y en estos casos la familia juega un papel muy importante en el aspecto emocional. Nada como la familia y amigos.

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