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Argentina.

Iván Mejía Álvarez
04 de junio de 2013 - 11:40 p. m.

Nadie conoce mejor los músculos y el físico de Lionel Messi que el masajista y kinesiólogo del Barcelona, quien lleva cinco años trabajando sus piernas.

Por eso, cuando dijo el viernes de la semana anterior que el astro argentino estaría disponible para los partidos eliminatorios contra Colombia y Ecuador, disipó las dudas que tenían en el sur. Messi jugará, pero no estará al tope de sus condiciones, le faltará ritmo competitivo pues lleva mas de veinte días inactivo por su lesión en el bíceps femoral.

Con Messi en la cancha, así sea al cincuenta por ciento, Argentina es un equipo totalmente diferente y su condición de líder de la eliminatoria no puede ser menospreciada. Desde que Alejandro Sabella se hizo cargo del equipo albiceleste, las cosas mejoraron sustancialmente.

Con Maradona y con Batista, la selección de Argentina era el compendio del desorden táctico, del desequilibrio y la falta de orden. Convencidos integralmente del poderío ofensivo que significaba tener en la cancha a Messi, Tévez, Agüero, Higuaín, Di María y a veces Lavezzi, los técnicos anteriores no reparaban en la necesidad de recuperar primero la pelota para poder atacar. Equipos con un solo volante de marca, sin exigencias tácticas de presión al costado, con delanteros que volvían caminando y una defensa flácida, lenta y poco confiable. Argentina hacía goles, pero también recibía muchos.

Sin ser la ultima maravilla en el tema defensivo, Argentina hoy es más confiable, menos vulnerable, pero sigue siendo un equipo más predispuesto al ataque que a la defensa. Otro volante de marca, Gago, Banega o Sossa, le permite a Mascherano retroceder y juntarse con los centrales, Di María trabaja mas en lo colectivo y Messi arranca bien desde atrás permitiéndole a Higuaín y el Kün hacer lo suyo en el arco adversario.

Para ellos la fecha eliminatoria es clave, pues a pesar de estar cómodos en la punta, al frente tendrán al segundo y tercero, Colombia y Ecuador, para alargar distancias o ver recortado el camino. Por eso, la noticia de Messi les tiene de plácemes, pues una cosa es con Lío y otra sin él.

¿Y nosotros? Pékerman no sabe lo que es perder dos juegos consecutivos, pero tiene claro que el futuro sigue estando en el Metropolitano ante Perú, Ecuador y Chile, en donde necesita siete de nueve. Sabe que si Argentina tiene un punto vulnerable es la defensa y conoce que los delanteros nacionales están en un gran momento, por lo que no saldrá a encerrarse. Sánchez será el reemplazo de Valencia y la única duda es si juega con un solo punta, Falcao, para meter a Cuadrado, o deja al lateral como un revulsivo. Las decisiones son sólo suyas...

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