Avianca, ¿índice de sostenibilidad?

Juan Pablo Ruiz Soto
02 de julio de 2019 - 07:47 p. m.

La semana pasada, durante un vuelo de Avianca, comunicaron por el altoparlante que la empresa Avianca había sido incluida en el índice Dow Jones de Sostenibilidad (IDJS). Acto seguido, nos ofrecieron café en vasos de icopor y agua en botella plástica. ¡Qué vergüenza!

Protesté y mi vecino, un profesional con PhD, me dijo: “Es que el papel cambia el sabor del café”. ¡Cuento! Juan Valdez y Starbucks ofrecen muy buen café, lo pagamos caro, lo sirven en papel y lo tomamos felices.

Avianca es una de las 42 empresas latinoamericanas líderes que pertenecen al IDJS. Este índice contempla la evaluación de prácticas medioambientales, sociales y económicas, de manera que su inclusión genera puntos positivos para la rentabilidad de las empresas en bolsa. Avianca ha recibido este reconocimiento por dos años consecutivos. Sin embargo, es evidente que falta mucho por hacer en términos ambientales.

El mundo está cambiando, debemos generar menos basura y emitir menos gases efecto invernadero. Frente a este propósito, el sector empresarial y el transporte aéreo, en particular, tienen grandes retos. Los aviones generan fuerte impacto sobre el ambiente debido al ruido, la quema de grandes cantidades de gasolina y las estelas de condensación que producen. Superar estos impactos es difícil, involucra a toda la industria aeronáutica y llevará tiempo.

Hay otros impactos que dependen de cada empresa y son mucho más fáciles de manejar. Voy a referirme a uno en particular: los materiales y utensilios que utilizan para prestar servicio a los viajeros tanto en aire como en tierra. Esta reflexión aplica para Avianca y otras aerolíneas, tanto como para nosotros, los usuarios, que como ciudadanos somos bastante descuidados al no rechazar productos que generan basura innecesaria y ni exigir productos sustitutos que generen menor impacto.

El café debe ofrecerse en taza de loza; en su defecto en vasos de papel, pero nunca en icopor. El agua tampoco debe servirse en botella plástica desechable. Al igual que el café, debe portarse en recipientes de mayor tamaño y servirse en vaso de papel.

En Avianca hay algunos avances. En sus salones VIP ya no usan cubiertos de plástico sino retornables metálicos, y los platos son de loza reutilizable; no desechables de papel ni icopor. ¡Pero el café se ofrece en vasos de icopor! Lo que resulta inaudito.

Nosotros, como ciudadanos, protestamos en las redes sociales por la basura, pero poco hacemos para producir menos basura. Como consumidores tomamos muchas determinaciones y tenemos poder para rechazar ofertas que involucran un uso innecesario y excesivo de plástico o icopor. Muchas veces no ejercemos nuestro poder para presionar cambios.

Ante mi cuestionamiento por el uso de icopor y plástico, la azafata me pasó el formulario de comentarios y reclamos. Prefiero hacer público mi reclamo: señores de Avianca, muy bien que permanezcan en el IDJS, pero realicen estos pequeños cambios, fáciles y de impacto, y expliquen a los usuarios las razones para hacerlo. Así también contribuyen con la educación ambiental. El sector empresarial tiene una gran responsabilidad no solo asociada a sus prácticas internas, sino también frente a aquellas que inducen al consumidor a usar desechables. ¡No nos presionen a consumir en empaques plásticos y de icopor de un solo uso!

 

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