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Basura

Ana Cristina Restrepo Jiménez
31 de enero de 2014 - 10:00 p. m.

Si a Petro le cae todo el peso de la ley por irregularidades en la recolección de las basuras de Bogotá, ¿quién asume la responsabilidad por la basura que ha regado la Procuraduría General de la Nación.

Con frecuencia, el vertiginoso flujo informativo y la reactividad frente a las noticias impiden trascender lo coyuntural.

Los escándalos obstaculizan un seguimiento concienzudo del proceder de las instituciones, a los medios nos cuesta vincular las noticias con su origen real…

El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que en el año 2013 nacieron 5.725 bebés de madres de entre 10 y 14 años. En 2012, la cifra fue de 6.000, una disminución poco significativa (da miedo calcular el subregistro de casos).

En plata blanca: probablemente, enfrentamos 5.725 nuevas deserciones escolares (si es que esas menores de edad estaban estudiando). Sin duda, 5.725 adolescentes perdieron la posibilidad de decidir libremente sobre su futuro. Y lo más escalofriante: estamos hablando de 5.725 violaciones, porque toda niña menor de 14 años que resulte embarazada se considera —ante la ley colombiana— víctima de violación. No hay “consentimiento sexual”.

Si fueron violadas, ¿por qué no apelaron a su derecho legítimo a interrumpir voluntariamente el embarazo?

Existirían cuatro respuestas posibles: una, porque no conocen la ley (no tienen acceso a la información o se les oculta deliberadamente); dos, porque la conocen pero no la entienden (falta de formación en derechos reproductivos); tres, porque no les permitieron decidir con autonomía (¡¿con sólo 10 a 14 años?!); cuatro, porque a pesar de conocer sus derechos, decidieron continuar con la gestación (no comprenden el alcance del compromiso de la maternidad; además, tal vez sienten la presión de la doctrina católica).

El informe de natalidad dice que Antioquia es el departamento con mayor índice de madres adolescentes: 878 casos.

Si bien en Antioquia las cifras de embarazo adolescente (que deben ser superiores a las de maternidad adolescente) son el resultado de una cultura conservadora y machista, que ha sido laxa frente a prácticas socialmente avaladas como la endogamia y la pederastia, también están ligadas a la falta de formación en educación sexual y derechos reproductivos… y aquí es imposible desconocer los oficios de la Procuradora Delegada para la Defensa de los Derechos de la Infancia, la Adolescencia y la Familia, Ilva Miriam Hoyos.

Durante la alcaldía de Alonso Salazar, Hoyos asumió la voz de los sectores ultraconservadores y entorpeció la puesta en funcionamiento del proyecto original de la Clínica de la Mujer.

¿Recuerdan la tutela que Mónica Roa y 1.201 mujeres interpusieron por vulneración al derecho a la información desde la Procuraduría en materia de derechos reproductivos de la mujer?

Los datos del DANE son, en gran medida, la cosecha de lo que ha sembrado la Procuraduría.

El problema de los desechos de Bogotá se soluciona con estrategias de recolección. O con otro alcalde. Quién sabe cuántas generaciones se demorará Antioquia, el país, para recoger la basura doctrinaria de Alejandro Ordóñez… tóxica. Y peor aún: reciclable.

 

*Ana Cristina Restrepo Jiménez

 

 

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