Bienvenido el pragmatismo

Quizás a ellos sí les hagan caso, así sea por razones más pragmáticas o utilitaristas. No importa si por fin alguien le para bolas a la primera infancia, semilla del posconflicto, de una sociedad distinta y de una cultura que corrija los fracasos continuados y acumulados.

No deja de ser preocupante que tengan que sobresalir argumentos como ese de que, por cada peso invertido en un infante, la sociedad se ahorra entre siete y 21; o que invertir en esa franja sea una “estrategia rentable para el impulso del crecimiento económico”, tal y como prescriben el reciente estudio de la OCDE y Heckman, el nobel de economía, respectivamente.

Es lo mismo que han pedido, durante décadas, distintos campos del saber humanístico sin que nadie los tome en serio, salvo programas de gobierno que, como sabemos, están hechos, al igual que las profecías, más para que no se cumplan.

Claro, ese efecto, que la OCDE llama mejoramiento en la movilidad social, ayuda al mejor estar de los futuros adultos, y esos indicadores pueden jalonar más que las sempiternas pastorales de pedagogos, sociólogos y sicólogos…

Como sea, atender y educar a los colombianitos, ojalá con perspectivas prioritarias de convivencia, tolerancia y respeto, permitirán tener la esperanza de doblar las páginas aciagas que hemos escrito, toda vez que no solo el progreso económico de los ciudadanos garantiza equidad y transparencia, como lo prueba la élite hiperpreparada que se torció en los vericuetos de la corrupción y el enriquecimiento ilícito.

Se rescata en el informe de la OCDE que, al tiempo con la suerte de los niños, hay que involucrar, preparar y apoyar a los docentes y, muy especialmente, a los padres de familia si no queremos extender, con el ejemplo y las malas prácticas, las taras que replicamos, aun sin saber, generación tras generación.

La paz y los valores concomitantes, que hoy nos suenan utópicos, solo serán posibles en unas generaciones si empezamos ahora, así sea desde una perspectiva pragmática.

www.mariomorales.info y @marioemorales