Cartas de los lectores

Para quienes somos fieles lectores de El Espectador, sorprende la columna del 13 de febrero de Cecilia Orozco Tascón, titulada “¿Un caballo desbocado?”, en la cual al analizar las deficiencias y posibles actos de corrupción en las actuaciones de la Contraloría, se hacen afirmaciones que no son objetivas y evidencian deseos personales de la periodista.

Es que para una periodista como la Orozco, que ha sido ampliamente galardonada por su agudeza, capacidad analítica y profundidad en el análisis de los temas, no parece coherente que en su columna se exprese su deseo de ver tras las rejas a los directivos de Saludcoop y recuperar las millonarias sumas que la Contraloría dice se desviaron en esta EPS.

Ciertamente, el escándalo de Saludcoop despierta posiciones en todos los ciudadanos, y obviamente los periodistas no son ajenos a ellas, pero exponerlas públicamente no contribuye al debate, sino que justamente sesga las posiciones de los lectores. En este sentido, resulta contradictorio que la periodista afirme que la calidad de Estado de derecho de Colombia comporta que a las personas sometidas a investigación, antes de declararlas culpables, hay que seguirles un juicio y respetar el debido proceso. Pero luego, resulta afirmado su deseo de vindicar los abusos supuestamente cometidos por unas personas, contra quienes en este momento hay investigaciones en curso, y que por las mismas razones expuestas en la columna, no pueden ser periodísticamente condenadas.

De hecho, la importancia del tema de gestión de la Contraloría es tal, que un interesante trabajo periodístico sería analizar, casi dos años después, qué pasó con las investigaciones del ente de control sobre el supuesto desvío de los recursos de la salud para la construcción de un lujoso hotel en los Llanos Orientales. Este hecho, que en 2011 fue el ícono del abuso de los recursos de la salud por los directivos de Saludcoop, ¿en qué quedó?

También se podría analizar la participación de altos exfuncionarios de gremios privados del sector salud, y su vinculación como asesores de la Contraloría, justamente en el momento en que se iniciaron las investigaciones del ente de control por la corrupción en el sector salud. Una aguda investigación podría mostrar que tras la ardua gestión de control en el sector salud, lo que realmente ocurre es la cooptación de un ente de control, para sacar a las EPS del sector salud, y dejar que los recursos del mismo queden en manos de otros gremios del mismo sector, cuyo interés no es otro que reemplazar en el negocio a quienes la periodista quiere ver tras las rejas.

Juan Esteban Ospina. 

Medellín.