Cartas de los lectores

Tratando de hacer una reflexión sobre el acontecer político de nuestra sufrida nación, hoy, necesariamente debo referirme a los temas tratados en la edición de El Espectador del viernes 9 de agosto, en sus páginas de Opinión, (números 30 y 31), bajo los titulares de la referencia.

El justificado jalón de orejas que su editorial hace a las Farc se me hace sin embargo incompleto, por cuanto considero que si aceptamos la existencia del conflicto, sus responsabilidades y consecuencias, y de otro lado aceptamos también negociar su terminación bajo los desastres de la guerra continuada, todos quedamos inmersos en ese proceso, compartiendo por igual la responsabilidad de propender por el éxito de negociación, incluidos los medios de comunicación.

Es aquí donde merece mención especial la carta al presidente de Patricia Lara, quien nos comparte, justamente, su percepción del pensamiento que tuvo del sueño del presidente en el ya lejano Año Nuevo de 2010, relacionado desde luego con la paz, y lo anima a seguir adelante en su empeño, a pesar de los implacables y permanentes bombardeos a que lo tienen sometido la extrema derecha y el paramilitarismo, hoy disfrazado de bacrim, encabezados por los escupitajos de Uribe, el sarcasmo del procurador, como lo caricaturiza justamente Chócolo en la misma página 31 de la mencionada edición, la complacencia soslayada de lo que han dado en llamar sociedad civil, empresarios, ganaderos, en fin, señores de bien, que de ninguna manera permitirán la devolución de tierras o la indemnización de víctimas.

Se hace necesario, en mi parecer, que los medios también cuestionen el comportamiento de estos últimos personajes, siniestros para la consolidación de la paz.

Leovigildo Micán Morales. 

Bogotá.

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