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Casa

D. Buenavida
19 de diciembre de 2010 - 03:00 a. m.

Este nuevo restaurante tiene menos de un mes de inaugurado. Está situado en una bella casa, con el comedor dividido en tres ambientes, un patio con un bello jardín iluminado, exquisita decoración con obras de arte.

Por la nutrida concurrencia, un éxito total logrado en cortísimo tiempo. Pero fuimos en búsqueda de algo más que un delicioso ambiente, queríamos comer bien y los antecedentes relatados auguraban que tendríamos éxito.

El maître nos dijo que su comida era mediterránea. Examinando la carta no percibimos mayor inclinación a ésta. Pensamos que podía referirse a otro mediterráneo. Más me pareció un restaurante americano de los que abundan en California o Nueva York. Ofrece ensaladas, algunas son una comida completa con descripciones estimulantes. Tres sopas. Cinco entradas frías con los tartar de moda: lomo, corvina, atún, cebiches peruanos y una caprese de búfala para no olvidar lo de mediterráneo. Doce entradas calientes desde $10.000 a $27.000: pulpo salteado de setas, “mejillones al estilo belga”. Dos pastas. Ocho “carnes” : cochinillo, dos lomos de res, milanesa de ternera, bife uruguayo y pollo con papas. Precio entre $23.000 y $57.000 el cochinillo. Tres pescados y mariscos. Cinco postres, todos de cosecha de restaurante medio americano.

Empezamos con “Anillos de cebolla al estilo americano”, muy bien hechos, doraditos, el apanado crocante. Los acompañaba una salsa, según ellos oriental, de un ajo dulce. Delicioso. “Tartar” de atún, sobre una cama de aguacate. Con una salsa hecha con vinagre balsámico y “hoisin sauce”, la salsa china. Le faltaba frescura al pescado, estaba desabrido y con textura pastosa, nada satisfactorio. Como plato estrella de la casa nos ofrecieron el confit de pato. El tradicional confit de canard se hace con los muslos y contramuslos del pato en la propia grasa es éste y se conservan en su propia grasa. Esto era una minúscula pata de pato frita. La porción era indignantemente pequeña y el pato desabrido. Nada del conocido confit. El risotto que lo acompañaba tampoco era gran cosa. La ensaladita un poco mejor. El balance del plato, decepcionante. Seguimos con “Pollo con papas” acompañados de ensalada de lechuga y tomate, y salsa de limón. La porción de pollo, a diferencia del pato, era bien grande, pero la culinaria no superaba a la ofrecida por cualquier asadero bogotano. Y la salsa no ayudaba mucho. De postre pedimos “crumble de manzana” con su bola de helado, estaba a penas aceptable.

Muy bonito el sitio y mala experiencia culinaria que contrasta con el éxito del sitio. Lo de “comida mediterránea” es una mera frase de mercadeo.

Carrera 13 Nº 85-28. Tel.: 704 4606.

secomebienaqui@gmail.com

 

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