¿Castrochavismo o chaviperonismo?

Mauricio Botero Caicedo
16 de junio de 2019 - 08:00 a. m.

Con asombrosa capacidad de síntesis, George Bernard Shaw afirmó que los políticos y los pañales deben ser cambiados con frecuencia… y ambos por la misma razón. La frase de Shaw resume lo que pudiera ser el resultado de las negociaciones, en Noruega, entre el gobierno venezolano y la oposición: la salida de Maduro. Deshacerse de este desechable, incluyendo a Diosdado Cabello y al “Cartel de los Soles” (recua que tiene menos del 20 % de respaldo popular), en realidad no tiene mayor costo político.

En opinión de este columnista, el grave peligro que se cierne sobre nuestros vecinos no es el desprestigiado e inoperante castrochavismo, embeleco que ha llevado a Venezuela a la mayor decadencia económica y social de su historia. El peligro es que el chavismo y los chavistas moderados —que sí gozan de amplio respaldo popular— logren imponerse en Noruega y renazca como una nueva variante del peronismo, un chaviperonismo. Dicho de otra forma, el riesgo es que este neochavismo, en unas negociaciones mal direccionadas, llegue a hacer metamorfosis en un bicho similar al kirchnerismo, movimiento al que Mario Vargas Llosa calificaba como “una de las más demagógicas y corruptas ramas de esa entelequia indescifrable llamada peronismo, un sistema de poder parecido al antiguo PRI mexicano, en el que caben todas las variantes del espectro ideológico, de la extrema derecha a la extrema izquierda, pasando por todos los matices intermedios… El peronismo es un sistema que ha conducido al empobrecimiento y al populismo más caótico y retardatario al país más culto y con mayores recursos de América Latina”. Igual se puede afirmar del chavismo.

En vía opuesta a las opiniones de varios sectores, creo que el presidente Duque está obrando con enorme acierto a mantener la presión sobre Maduro, que es responsable directo de parte importante de los males que enfrentamos los colombianos hoy en día. “Para nadie es mentira que Nicolás Maduro, el dictador que ha golpeado al pueblo venezolano, ha sido un promotor, un financiador y un auspiciador del Eln… Los grandes cabecillas del Eln están en territorio venezolano… Maduro no solamente está estimulando al Eln para que reclute a niños en la frontera venezolana con Colombia, sino además les está estimulando para que produzcan actos criminales”, afirmó Duque en días pasados. Otro problema directamente relacionado con Maduro es el de la masiva migración venezolana al país. Del 2017 a hoy, Colombia ha recibido cerca de dos millones de migrantes que huyen de ese país desesperados con el desempleo y la miseria rampantes; y con la escasez de comida, de medicinas y de atención a la salud.

Las medidas impulsadas por Duque, y puestas en efecto por el gobierno de EE.UU., claramente están dando resultados tangibles: cerraron el financiamiento a un país con una deuda externa de unos US$150.000 millones y sin liquidez por la caída de la producción petrolera que se ha desplomado de 3,2 millones de barriles diarios a 700.000 hoy en día, Venezuela está próxima a entrar en cesación de pagos por absoluta desaparición de efectivo. El fin de la dictadura se acerca, pero mucha sangre correrá antes de que esto ocurra.

Apostilla. Debo confesar que no les presto atención a las opiniones y los conceptos artísticos de los políticos; y tampoco me merecen credibilidad las opiniones políticas de los artistas. Me parece tan peregrino un Roy Barreras hablando de arte, como una Doris Salcedo hablando de política.

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