Cientos de muertes anunciadas

Melba Escobar
27 de julio de 2017 - 02:00 a. m.

Luz Stella Forero le dijo a su esposo, Ricardo Enrique Tovar, que quería el divorcio y eso bastó para que él decidiera matarla. Intervinieron sus hijas, de diez y 15 años, que al final terminaron asesinadas a manos de su padre. Luz Stella, con 26 puñaladas en el cuerpo, fue la única sobreviviente a esta masacre doméstica.

La tragedia ocurrió en 2011, y aunque el hombre fue condenado a 45 años de prisión, de los cuales cumplió seis en la Modelo de Bogotá, ahora está en libertad provisional. La sentencia fue apelada por sus defensores alegando “demencia temporal”, y como la respuesta a este recurso duró dos años sin resolverse, este sujeto ahora se encuentra en una clínica, ya con la boleta de salida. Si bien la ley dictamina que no puede haber prisioneros que lleven un año, dos en casos de delitos graves, sin que se resuelva su situación judicial para así agilizar el sistema y descongestionar las cárceles, el remedio parece hacer más daño que la enfermedad.

En una cadena de injusticias que se devuelve muy atrás en el tiempo, Luz Stella Forero ha sido víctima de negligencia por parte del Estado, una “negligencia” que termina por ser violenta en la sistematicidad de sus omisiones. No sirvió de nada que en tres ocasiones pusiera denuncias por violencia intrafamiliar ante la comisaría de familia de Puerto Salgar, donde vivía. Tampoco sirvió el hecho de que haya sido un objetivo claro del asesino, quien ahora podría venir en su búsqueda, pues el magistrado del Tribunal Superior de Manizales Antonio Toro, cobijado en la excusa del “represamiento de casos”, no pudo dictar un fallo a tiempo. Como si no fuese ya demasiado, la sobreviviente ahora debe ser testigo de la indolencia de la justicia. Hasta ahora, no ha recibido apoyo estatal ni protección especial.

¿Existe alguna explicación para esta injusticia? ¿Cuántas personas están viviendo la misma situación en estos momentos en todo el país, cientos, miles? Se calcula que cerca de 11.000 reclusos quedarían en libertad bajo esta figura. Sin duda habrá unos cientos (¿miles?) que padecen injusticias semejantes a la de Forero, pero que no tienen los medios para acceder a abogados de primer nivel ni los recursos para divulgar la infamia de su historia.

Vivimos en un país donde un asesino de dos niñas adquiere la libertad en 14 días, al amparo de la ley. Esto ya no se llama negligencia, se llama complicidad. La complicidad de un Estado que ante sus narices ve todos los días cómo quienes administran la justicia litigan, cometen irregularidades, dilatan procesos, fallan equivocadamente y por nada de esto son castigados. Entretanto, una normativa ingenua y arbitraria permite la libertad de criminales, pero lo hace respaldada en la legalidad, por lo que parece incontrovertible a pesar de ser perversa.

En Colombia, solo en el primer semestre de 2017 van 400 feminicidios. ¿Cuántas de esas muertes eran anunciadas, cuántas de esas mujeres habían puesto denuncias, interpuesto medidas de aseguramiento, buscado protección? Me temo que la cifra ha de ser dolorosamente cercana a la de víctimas.

@melbaes

 

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