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Colombia en la región

Ana Milena Muñoz de Gaviria
12 de marzo de 2015 - 04:51 a. m.

La región está convulsionada y nuevos retos aparecen. Unos países señalados por crisis política y corrupción y otros que deben asumir nuevas realidades.

Las crisis y la corrupción se han convertido en el pan de cada día: Brasil y su presidenta Rousseff se han visto envueltos en temas de corrupción como Petrobras y con protestas en las calles por medidas de austeridad y el fracaso de su modelo económico. Argentina y su presidenta están en entredicho por el caso Nisman, la corrupción galopante y una economía deteriorada ante una nueva elección presidencial. Panamá lucha contra la corrupción de un expresidente Martinelli que se ha escondido pues hizo de los negocios del Estado negocios personales.

Venezuela está en pobreza, con escasez de alimentos y productos básicos, inseguridad en sus calles, con una oposición sin garantías y un abuso de los derechos humanos; el Gobierno vive de amenazas a gobiernos extranjeros y la empresa privada. Venezuela con Maduro encuentra cualquier excusa para aferrarse al poder y los ataques de Obama los ha tomado a su favor. Nicaragua se ha convertido en el clan familiar del presidente Daniel Ortega, que ha nombrado a su familia en altos cargos de poder. México igualmente se ha visto abocado a la violencia del narcotráfico, la corrupción que ha llegado cerca de Los Pinos y la falta de credibilidad. Cuba se fortalece políticamente apoyado por Venezuela, su socio, con los diálogos de paz del gobierno colombiano y las Farc en La Habana y con la apertura del diálogo con Estados Unidos. Ecuador presenta interesante estabilidad económica, pero las aspiraciones del presidente a perpetuarse en el poder han llevado a violaciones importantes de derechos humanos. Por último, Estados Unidos ha abierto las puertas para el diálogo con Cuba, pero ha sido crítica la relación con Venezuela con la expulsión de sus funcionarios y la política hacia las Américas es débil.

Tabaré Vázquez llega al poder en Uruguay en la búsqueda de fortalecer el estado de bienestar manteniendo las políticas de estabilidad económica y seguridad jurídica, pero en una región y con unos vecinos en crisis. Colombia en medio de la región no está tan mal: hay cierta estabilidad económica, aunque se ha visto afectada por la baja en los precios del petróleo y los incrementos del dólar. Continúan las negociaciones de paz con las Farc, en las que se ven avances y ante todo hay credibilidad internacional en el país y en el presidente.

La región en general está mal, las instituciones multilaterales no funcionan y no hay un liderazgo ni una guía hacia dónde debería ir la región en su conjunto. Hoy están divididas las fuerzas y los sistemas políticos están lejos de verdaderas democracias, con contadas excepciones; la corrupción es galopante y la crisis de las instituciones y la justicia deja mucho que desear. Colombia es sin duda uno de los países más estables y se debe apoyar al presidente, a pesar de algunas diferencias, en la búsqueda de la paz, el desarrollo y el bienestar, pues de lejos es el mejor país de la región.

 

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