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Sobre los problemas del fútbol y Petro

Cartas de los lectores
29 de abril de 2024 - 09:05 a. m.

Fútbol: ¿más problema que solución?

El fútbol es el asunto más importante de los asuntos menos importantes, sobre todo en un país que, por fuerza de voluntad más que otra cosa, ha decidido ser futbolero, a excepción del Caribe donde el béisbol compite a nivel de afición. Es así que constantemente vemos que el fútbol no se queda en el juego. Tiene que intervenir un organismo de la ONU, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), para poner en consideración las peticiones de los jugadores. Un columnista en este impreso, el 15 de abril de este año, comentaba la visible corrupción en el arbitraje y se preguntaba por la convivencia ética del patrocinio de la liga por una casa de apuestas. A pesar de contar con el acompañamiento de 1.500 funcionarios, en el clásico Medellín-Nacional un jugador fue agredido con un navajazo.

De manera que el fútbol está siendo una fuente de conflictividad que refleja nuestras maneras abusivas, corruptas y violentas. Vivimos y asumimos el juego de la misma manera que todo lo demás y por eso los resultados. Por eso, sus problemas son más un efecto causado por nuestras maneras de convivir.

El fútbol se vuelve así importante porque si ni siquiera somos capaces de solucionar sus problemas, que son los problemas del país como abuso laboral, corrupción y violencia, en un asunto que se supone es para el disfrute, si no lo hacemos, nos demostramos nuestra propia inviabilidad como sociedad.

Santiago Acevedo Monsalve, sociólogo

Sobre las marchas contra Petro

El pasado domingo 21 de abril, las calles de Colombia se llenaron de voces y pancartas en una manifestación masiva que expresó el descontento de la ciudadanía con el gobierno del presidente Gustavo Petro. Las razones detrás de estas marchas son diversas y profundas, y reflejan una serie de preocupaciones legítimas por parte del pueblo colombiano.

La ciudadanía ha calificado de nefasto el gobierno de Petro. Pues las críticas se centran en la falta de resultados tangibles y la percepción de que las promesas de cambio no se han materializado. Asimismo, la gestión de Petro ha sido controvertida, y muchos cuestionan su capacidad para liderar eficazmente.

Eso sin mencionar la elección de sus colaboradores y asesores; personas sin la preparación necesaria para abordar los desafíos que enfrenta el país. Su falta de experiencia y conocimiento en áreas clave sigue afectando negativamente la toma de decisiones y la implementación de políticas.A pesar de las promesas de cambio, muchos colombianos sentimos que la situación no mejora, pues la inseguridad, la economía y otros problemas persisten. Esperamos del gobierno resultados concretos y acciones que impacten positivamente nuestra vida.

Asimismo, considero que el intento del presidente de limitar la prensa debe ser cuestionado, considerando la narrativa de violencia contra periodistas a lo largo de la historia del país. Sin libertad de prensa no hay democracia; y en dos años usted se irá y la prensa seguirá existiendo.

Presidente, reconozca sus errores y aprenda de ellos. Porque su soberbia puede ser perjudicial para la gobernabilidad y la confianza pública. ¡Y claro que es nuestro presidente! Así que gobierne, porque la campaña electoral ya pasó.

Darwin Correa

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com

 

Mauricio(05056)30 de abril de 2024 - 12:49 a. m.
La tal falta de gobernabilidad no es más un deseo de ver los cambios muy rápido como estábamos acostumbrados a q no hay cambios estructurales entonces los grandes que perdieron el manejo del presupuesto iniciaron desde el primer minuto su campañA de desprestigio
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