Han transcurrido poco más de 100 días desde que los nuevos alcaldes asumieron sus cargos. Bogotá quedó literalmente destrozada después de los cuatro años de la señora Claudia López. Obras inconclusas, desorden administrativo, contratos multimillonarios, inseguridad galopante, negligencia frente a un fenómeno como el que estamos viviendo relacionado con la sequía. Y estos son apenas algunos de los temas que encontró el alcalde Carlos Fernando Galán. Lo primero que tuvo que enfrentar, haciéndolo bien, fue el tema de los incendios forestales. Ahora, en una medida impopular pero necesaria, tiene a los bogotanos en racionamiento de agua. Se ha mostrado sensato tranquilo y conciliador, virtudes estas que jamás le vimos a la exalcaldesa López. Pero tal vez mayor reto lo tiene en el tema de la inseguridad, que no es menor y es el que más preocupa a los ciudadanos. Entiendo que no es un asunto fácil de solucionar al corto plazo, pero los bogotanos estamos asustados con lo que vemos a diario en materia de atracos, robos y extorsiones. Él mismo lo ha dicho y, ciertamente, se ve que su administración, de la mano de la policía nacional, está haciendo un esfuerzo enorme, pero es que el tema ya había desbordado a la ciudad, y su solución, repito, no es fácil, pero es necesaria.
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Los retos de Galán apenas comienzan
28 de abril de 2024 - 09:05 a. m.