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No hagan lo mismo

Lorenzo Madrigal
31 de julio de 2023 - 02:05 a. m.

Por favor, que los candidatos a la Alcaldía de Bogotá no caigan en el mismo craso error de dividirse, destruirse y autoderrotarse por el necio pleito de la emulación y los egos.

Seis son ya los candidatos más reconocibles, con la entrada final de Gustavo Bolívar al ruedo de esta plaza de toros bravos. Al primero que bota a la arena un reportaje de María Isabel Rueda es a Rodrigo Lara Restrepo, quien arranca bufando, el muy pujante, contra sus rivales: que unos son débiles y otros tienen detrás el impulso y la causa de su arremetida, por lo general, en alguien con ambiciones presidenciales; y él se les enfrenta, valido de sus solitarias firmas. De este modo se ha ganado el fastidio de sus colegas, quienes difícilmente irían a apoyarlo en una segunda vuelta, que ahora se estrenaría.

Pero antes que él está Galán (Carlos Fernando), pues viene de haber tenido ya su primer intento y con buenos votos y aceptación. No sé si sea de los que Lara considera débiles. Galán, uno de quienes se dice que el Estado les quedó debiendo algo tras el asesinato de su padre, ese algo sí que es el poder supremo, que sería usado con la mesura de Luis Carlos, gran demócrata. Siempre pensé que el líder sacrificado iba ser un segundo Alberto Lleras, paradigma de la historia patria.

Oviedo (Juan Daniel), muy pintoresco y eso le ayuda, porque a la gente le gusta salirse de lo común, podría ser en el momento el más popular dada su gran simpatía mediática.

No importándole su edad, insiste en su candidatura Jorge Enrique Robledo. Y está muy bien para que se asiente en la mejor silla del edificio Liévano y diserte con aquella su facilidad de palabra, su buen timbre de voz y, no omito, su sabiduría en todos los temas económicos y jurídicos. Bien, Jorge Enrique, desde la tercera y cuarta edad te saludan los que desean ver gente seria y experimentada, sin necesidad de estar presente en cualquier barranco: todo se puede y se debe delegar, alejados del populismo. Tendrá el coraje de enfrentar la arrogancia de Petro en el mando.

Molano ha ejercido el poder con mano firme y por ello tiene resistencia entre los factores de desorden, hoy centuplicados y alentados por una ilusoria paz que no veremos, aunque hay que ir tras esa paz contra todo escepticismo. Sin embargo, una candidatura con tal fachada de dureza ofrece una pérdida masiva de votos. Es muy posible que se esté pensando, por reacción de péndulo, en que la dureza conquiste frente al desorden e inseguridad reinantes.

No hagan lo mismo

Alguno de los anteriores debería atraer a los demás y atajar el poder absoluto de Petro en la nación y en la ciudad capital. Claro que alguien muy desanimado podrá pensar que de todos modos, sea quien fuere el elegido, distinto de Bolívar, un gobierno central autoritario podría terminar haciendo lo que hizo Maduro con el alcalde Ledezma de Caracas.

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