Publicidad

Sobre los cielos de Jerusalem

Marcos Peckel
17 de abril de 2024 - 05:00 a. m.

Irán abrió su mano y el esperado póker de ases se convirtió en un par de doses. Trescientos cincuenta proyectiles, entre misiles balísticos, de crucero y drones kamikaze, sirvieron para herir a una niña árabe beduina de 7 años. Por su parte Israel abrió la suya y recogió todas las fichas. Una impresionante demostración de defensas antiaéreas que derribaron todo lo que Irán lanzó desde su territorio logrando además movilizar países de la región y potencias occidentales en defensa del Estado Judío. Una aplastante derrota estratégica para Irán que en este juego de suma cero que es la región se convirtió en una doble victoria estratégica para Israel, tanto en lo militar como en lo diplomático. Pero como se trata de un juego de largo aliento, Israel debe asir la victoria y actuar estratégicamente sin caer en el triunfalismo, entendiendo que Irán, cuyo objetivo declarado una y otra vez es la destrucción del Estado Judío, tiene proxis que pueden hacerle daño, especialmente Hezbollah desde Líbano, además de su desarrollo de armas nucleares.

Los ayatolas en Teherán, que llevan años asesinado y encarcelando niñas y mujeres y que “tacaron burro” cuando quisieron hacerles un homenaje a los militares muertos en su consulado en Damasco en un estadio de fútbol para solamente oír rechiflas, deben estar aterrados de que el arsenal que llevan años desarrollando y del cual se ufanan se estrelló en pedazos contra la “estrella de David”. Un ataque similar a un país sin las defesas antiaéreas de Israel hubiera dejado miles de víctimas y destrucción por doquier.

Las imágenes más emblemáticas de ese fracasado ataque son los misiles balísticos persas siendo interceptados sobre la explanada de las mezquitas en Jerusalem, salvando de esa forma a Israel de lo que pudo haber sido la destrucción de la mezquita de Al Aqsa o el Domo de la Roca.

La participación de países árabes, Jordania y Arabia Saudita confirmados y posiblemente otros que aún no salen del closet junto a Israel es altamente significativa, pues esos países pueden en cualquier momento ser víctimas de ataques similares como ya lo fueron los saudíes desde Irán y los Emiratos desde Yemen.

Israel no se quedará de brazos cruzados ante lo que fue una agresión por parte de Irán destinada a matar y destruir. Son múltiples las acciones que puede emprender Jerusalem para responder militar y diplomáticamente, fortaleciendo la coalición ad hoc que la apoyó, sin que la región caiga en una guerra total.

Israel debe aprovechar el “crédito internacional” ganado para poner fin a la guerra en Gaza, lograr la liberación de los rehenes y abrir el escenario para la reconstrucción física y política de la franja por parte de los palestinos mismos, sin Hamás, con ayuda de sus hermanos árabes para que Gaza sea un territorio de paz al lado de Israel. De igual manera, se debe establecer una tregua, que no paz, en la frontera entre Israel y Líbano con base en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad y crear condiciones para evitar allí, quizás algo imposible, una guerra total, que ni Líbano ni Israel quieren, pero que se enmarca dentro de los designios iraníes. Finalmente debe propender por un asilamiento aún mayor de la tiranía teocrática de la República Islámica.

Los miles de efectivos iraníes y milicias shiitas que han invadido Siria, las milicias proiraníes en Iraq, los hutíes en Yemen, que obligados por los ayatolas participaron en el ataque contra Israel, deben estar mirando con ansiedad hacia al cielo. Nunca se sabe lo que les puede caer. Artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas.

📧 📬 🌍 Semana a semana tendremos un resumen de las noticias que nos harán sentir que No es el fin del mundo. Si desea inscribirse y recibir todos los lunes nuestro newsletter, puede hacerlo en el siguiente enlace.

👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.

Si le interesan los temas internacionales, quiere opinar sobre nuestro contenido o recibir más información, escríbanos al correo mmedina@elespectador.com o aosorio@elespectador.com

 

Un observador(71824)25 de abril de 2024 - 01:02 p. m.
No renovaré mi ya larga suscripción a este diario, por tener entre otros malos opinadores a este nazi.
Un observador(71824)25 de abril de 2024 - 01:01 p. m.
Puro pensamiento sionista, igual al nazi. Vergüenza para EE tener a este columnista de extrema derecha, apologeta del genocidio judío contra los palestinos.
Javier(qfigf)24 de abril de 2024 - 02:49 a. m.
Que tal este señor Peckel que por su apellido supongo tiene ascendencia judía y por tanto no puede o no quiere ver la barbarie contra la población infantil e indefensos en Gaza en manos del ejército israelí que mejor debiera llamarse ejército asesino
Felipe López(dw15k)19 de abril de 2024 - 02:57 p. m.
Vaya manera tan olímpica de ignorar los crímenes de guerra, las miles de víctimas, la ocupación a la nación palestina. Vaya manera de encubrir el odio, la xenofobia, la corrupción de un político en decadencia. La narrativa de la victoria guerrerista es la narrativa de la crueldad y la soberbia. La humanidad solo ha retrocedido con este evento y no hay nada de glorioso en lo que sucede en Gaza desde hace 75 años.
  • orlando(45745)26 de abril de 2024 - 05:03 p. m.
    Asi es. Sin duda. Después de 200 días de genocidio, la fosa encontrada con 300 cadáveres de mujeres y niños. Y Netanyahu.......ahí.
Norma(12580)18 de abril de 2024 - 05:23 p. m.
Para lo único que sirve Israel es para matar niñas/os, mujeres, ancianos, enfermos, destruir infraestructura o para apropiarse territorio. No sea necio, ni nos crea bobos señor Peckel, Usted es tan genocida como Netanyahu y los sionistas desgraciados. El mundo los mira y salvo los cómplices capitalistas, desea que Palestina sea reconocida como Estado, la ONU sea tan decente que imponga sanciones a los genocidas y que EEUU siga siendo el hazmereir del mundo.
Ver más comentarios
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar