Compartiendo la verdad

Yohir Akerman
14 de mayo de 2017 - 02:00 a. m.

La Fundación Azul Bogotá fue creada para contrarrestar la fuerza e inercia que han tomado los movimientos que promueven la revocatoria en contra del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa.

Al parecer, el alcalde no puede defenderse sólo, pero lo más preocupante es que ahora sus escuderos también necesitan alguien que los pueda defender.

La verdad por el principio.

El 14 de marzo de 2017 Azul Bogotá fue registrada ante la Cámara de Comercio con un patrimonio de 500.000 pesos. Su objeto social, entre otros, es el de contribuir al desarrollo de la sociedad colombiana, elaborar y difundir el pensamiento democrático, y apoyar liderazgos democráticos con arraigo social. Según su página web, el lema y hashtag de la fundación es: comparte la verdad. (Ver Cámara de Comercio Azul)

Pues acá van unas verdades sobre sus directivas que es importante compartir.

El director de Azul Bogotá ha sido tan camaleónico como el mismo Peñalosa. Andrés Villamizar trabajó en la carrera presidencial de Rafael Pardo en el Partido Liberal, después se volvió ficha clave de Germán Vargas Lleras en Cambio Radical y recientemente fue gerente de la campaña de Peñalosa.

Ha sido duramente criticado por su trabajo cuando fue director de la Unidad Nacional de Protección, ya que durante su administración se presentó un detrimento patrimonial de 14.790 millones de pesos. Una platica.

La Contraloría General de la Nación emitió un reporte evaluando su gestión en el que describen que durante su mandato se dio “un desorden administrativo y gerencial de elevadas proporciones, particularmente graves deficiencias e irregularidades en materia de contratación.” (Ver El equipo de Peñalosa)

Grave.

Por su parte, el director jurídico de la Fundación Azul Bogotá, José Fernando Flórez Ruíz, fue demandado penalmente por la Registraduría Nacional del Estado Civil por dolo en el fraude procesal, por ponerse con el experimento de inscribir una iniciativa de revocatoria basada en “mentiras flagrantes”. (Ver Salvemos a Bogotá).

Pese a que el señor Villamizar se reunió con el Registrador Juan Carlos Galindo Vácha y se disculpó públicamente por estos hechos, la demanda penal no se va a retirar ya que según el Registrador estos hechos no se pueden permitir. (Ver Denuncia penal de la Registraduría).

Gravísimo. Principalmente para una fundación que intenta defender la verdad y la democracia.

Fuera de eso, como lo denunció el profesor Carlos Carrillo, el origen de sus cuentas en redes sociales tampoco está libre de barro. Los seguidores de Azul Bogotá en Twitter fueron traspasados de una cuenta preexistente llamada @dejemosgobernar, no seguidores orgánicos de la misión y visión de esta fundación. (Ver Los nuevos viejos defensores de Peñalosa)

Pasa lo mismo con su cuenta de Facebook puesto que los primeros cien mil seguidores con los que arranco la cuenta fueron heredados de la página “No más Moreno, Polo y Petro en Bogotá”, que fue creada en el año 2008 con el fin de promover la revocatoria de Samuel Moreno.

La página era conocida por publicar noticias falsas y ataques violentos a todos sus opositores y promover, sin descanso, la revocatoria. Ahora esta cuenta se volvió de una fundación que se dedica a promover la verdad y a repetir que el futuro no se puede revocar. (Ver No más Moreno, Polo y Petro en Bogotá)

El chiste se cuenta solo.

Para rematar está el tema de la financiación. Según la página web de Azul Bogotá, la defensa de Peñalosa se mantiene de microdonaciones que oscilan entre 10.000 y 100.000 pesos.

Ahora bien, el director de La W, Julio Sánchez Cristo, aseguró en entrevista con Villamizar que los círculos cercanos del peñalosismo están haciendo una vaca en la que se le pide a los empresarios amigos de la administración 40 millones de pesos por cabeza. (Oír Entrevista en La W)

Una señora vaca.

Pese a que Villamizar negó la existencia de ese fondo en la entrevista, son varios empresarios los que confirman, de manera confidencial, que se les ha pasado el sombrero pidiendo el dinero para contrarrestar la revocatoria. Una inconsistencia tras otra en Azul Bogotá y en la administración de Peñalosa.

@yohirakerman

akermancolumnista@gmail.com

 

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