Complejidades del sistema tributario

 

Las diferentes presentaciones dejaron, como bien lo anotaba Luis Fernando Alarcón, un sabor amargo. Primero, respecto a los objetivos de una reforma integral, que son diversos y complejos. Después de escuchar a Miguel Urrutia y Santiago Pardo, uno podría decir que el ideal es llegar a una estructura tributaria que contribuya a disminuir las inequidades de la sociedad y permita a la vez hacer negocios.

 

Segundo, el diagnóstico sobre lo que tenemos es muy pesimista, tanto en la estructura de impuestos recolectados a nivel nacional como en los municipales y departamentales. Las cargas tributarias son altas para las empresas, tanto en tasas nominales como efectivas en el contexto internacional, y las cargas para personas no siempre logran reducir la desigualdad todo lo que se pretende. Para completar el círculo, el recaudo es bajo en términos internacionales. Tema que se complica más en un país que, en la Constitución del 91, incluyó derechos económicos con una carga fiscal importante. A nivel regional, como lo anotaba Ricardo Bonilla, el abanico de rubros de ingresos es inmenso, pero el recaudo es muy bajo en la mayoría de los municipios y departamentos.

 

La diferencia en capacidad de recaudo por tipo de impuesto es inmensa entre los diferentes territorios. Tercero, como lo anotaba Miguel Urrutia, cuando se revisa la estructura de gasto público, una parte importante del mismo no contribuye a disminuir la inequidad sino que la profundiza.

 

Esperamos que el sabor amargo se pueda ir diluyendo poco a poco cuando pasemos del diagnóstico general que presenta la comisión de expertos y luego, en octubre, cuando se presenten las propuestas concretas. Lo que queda claro es que los retos de la comisión son enormes y sus aportes pueden cambiar temas fundamentales de equidad y capacidad de hacer negocios.

 

 

* Juliana Téllez, economista jefe de BBVA. Research.