Complicaciones

Iván Mejía Álvarez
18 de agosto de 2014 - 10:00 p. m.

James, Radamel y Juan Fernando Quintero son los tres símbolos del nuevo fútbol colombiano y los ojos del aficionado normal apuntan a su futuro, sus posibilidades de ser titulares y su desenvoltura en el ríspido mundo del fútbol europeo.

James va a tener dificultades para ganarse un puesto en la línea inicialista permanente. Ancelotti todavía no tiene clara cuál es su posición y en los dos partidos en que le ha dado carrete lo ha usado por la banda izquierda y como “falso nueve”, sin que se haya podido ver al colombiano en su esplendor. Está pagando la primera cuota, lo que se denomina el “derecho de piso”, y es que no es fácil llegar al club más importante del mundo y ponerse de ruana la alineación como titular indiscutible, por más que el patrón Florentino haya pagado 80 millones de euros. Ya en su momento se explicó que el año pasado giró por Isco e Ilarramendi 70 y eso no les garantizó la titular.

Lo primero que debe tener James, y lo más importante, es paciencia para no perder la fe en sus condiciones con el movimiento continuo de puestos y funciones tácticas que le dará el italiano en la búsqueda del puesto donde mejor lo vea y donde según el técnico más le convenga al club. Ancelotti podrá reconocer su caudal, pero no lo eximirá de funciones defensivas y allí es donde empieza a complicarse el tema. Como volante por la izquierda a James le tocará bajar a marcar, como lo hacía en Banfield y Oporto y en el principio en la selección. Si no cumple roles de marca, persecución a determinados jugadores, no actuará en los partidos complicados y contra los grandes y lo utilizarán en jueguitos donde no haya funciones tácticas preponderantes.

Más complicado es el panorama de Radamel. Su Mónaco es un equipo de regular para abajo. El talento lo tenía James, no hay nadie que lleve la pelota, tiene un argentino Ocampos que es la mata de la egolatría y el individualismo y por ahora Berbatov es el titular. El ruso parece que olvidó la idea inicial de un equipo para pelear grandes cosas y ahora tiene un cuadro simplemente para participar. En la Champions tiene mal pronóstico.

Tampoco es bueno el panorama de Quintero, pues al nuevo técnico, el español Lopetegui, le gustan más el mexicano Herrera y el español Oliver Torres, por lo que el joven talento colombiano, que necesita continuidad para lucir su categoría, tendrá pocas chances.

La verdad, no pintan bien las cosas, pero ellos tienen clase y triunfar está en sus manos.

 

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