Del poeta Juan Manuel Roca

Columnistas elespectador.com
14 de junio de 2010 - 02:53 a. m.

Hace unos meses me "jaquearon", me robaron literalmente mi viejo correo al que ya no pude ingresar.

Ya imaginarán lo que esto significa: pérdida de documentos acumulados, pérdida de contactos y, lo peor, el manejo de la correspondencia que me sigue llegando a ese correo por parte de quien o quienes fraguaron la canallada. Ahora empiezo a recibir señales alarmadas de conocidos y de personas cercanas que me preguntan por supuestos correos enviados por mí, escritos en una prosa envilecida y llenos de grotescos calificativos, propios de una mente perversa. Todo el que se entera de esta miserable persecución, sin duda con ánimos de desprestigio, señala hacia fuerzas oscuras que no excluyen en sus hipótesis a un poeta envenenado. El asunto tendrán que verlo las autoridades competentes en este tipo de delitos.

Ruego, entre tanto, el favor de no abrir supuestos correos míos enviados desde juan_manuelroca@hotmail.com.

Es una pena que tengamos que comunicarnos a partir de actos miserables.

 Juan Manuel Roca.

 

Ku Klux Pacífico

Resulta muy importante y oportuno abordar el tema del artículo publicado el pasado 7 de junio en el periódico El Espectador, página 20, que da cuenta de una cruzada proesclavista extendida hacia Suramérica durante la década de los 60, desde una de las muchas organizaciones norteamericanas conocidas con el nombre de Ku Klux Klan, cuyo ideario predica la supremacía de la raza blanca, la homofobia, el antisemitismo, el racismo, el anticomunismo, el anticatolicismo y la xenofobia.

Frente a las evidencias referidas por usted, no queda menos que el asombro y la indignación frente a los alcances de una intervención semejante contra las comunidades afrodescendientes, judías y latinas, que no obstante afecta de manera grave principios fundamentales de nuestra Constitución, estuvo a punto de enquistarse en el propio seno del gobierno colombiano durante la presidencia de Alberto Lleras Camargo, siendo Fernando Londoño su ministro de Gobierno.

Al parecer, la ofensiva de arrasamiento que pretendía adelantar hace 40 años el Ku Klux Klan en el Pacífico colombiano, con la condescendencia del gobierno de la época, se ha reproducido en las últimas décadas a través de los grupos paramilitares y la guerrilla mediante amenazas e intimidaciones contra los habitantes desplazados en Belén de Bajirá y quienes habitan en las Zonas Humanitarias del Jiguamiandó y Curvaradó, que se oponen a las presiones paramilitares y a la expropiación de sus tierras para la siembra de palma aceitera en sus territorios ancestrales.

 Laureano Alexi García Perea. Concejal de Bogotá.

Envíe sus cartas a lector@elespectador.com.

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