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Democracia electoral deformada

Columnista invitado EE
27 de julio de 2015 - 12:28 a. m.

Es lamentable y merece reproche la forma como se adelanta el proceso electoral en varios territorios del país.

Los principios básicos de nuestra precaria democracia electoral se pisotean. La democracia y la soberanía popular son una pasajera ilusión.

Hay un clamor ciudadano que impugna la financiación de algunas campañas políticas regionales. Éstas, violentando todo lineamiento ético y legal, impulsan candidatos con dineros mal habidos, como por ejemplo, los provenientes de comisiones anticipadas que entregan los potenciales contratistas, o las que corresponden “a servicios prestados”. Entre más obras hayan ejecutado ciertos mandatarios seccionales, mayor es el aporte económico para la respectiva empresa electoral. Así aseguran cuatro años más de disfrute ilegal del erario (contratocracia).

A lo anterior se agregan los coletazos del narcotráfico, de la parapolítica, de la farcpolítica, el escándalo de los avales, el no apoyo de los jefes políticos a los candidatos de sus partidos (doble militancia), la inscripción de candidatos inhabilitados, etc. Es voz pópuli que una elección de gobernador o alcalde de capital cuesta como mínimo cuatro mil millones de pesos, o de Concejal, quinientos millones.

Presenciamos un desmoronamiento ético, que ahonda la corrupción política, en nombre del realismo o pragmatismo político. Si la conciencia colectiva no despierta, lo probable es que triunfen en las próximas elecciones estos métodos repudiables. Quedaría viciada desde los departamentos y municipios la construcción de la voluntad estatal y como consecuencia, el poder político y la participación ciudadana estarían impregnados de una mancha antidemocrática, que los deslegitima.

La cúspide del poder, la sana dirigencia política nacional, los órganos de control, la justicia, los medios de comunicación y la sociedad no contaminada no deben permitir que la moral social como valor esencial en la actividad política desaparezca. La expresión ciudadana debe ser recta y virtuosa, para que las autoridades que se elijan tengan las mismas características. ¿Qué dicen los partidos políticos de tamaña malformación electoral?

 

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