Derechos y deberes

Roberto Esguerra Gutiérrez
29 de diciembre de 2013 - 06:00 p. m.

La Defensoría del Pueblo, la Supersalud y el Ministerio de Salud acaban de publicar la “carta de derechos y deberes en los servicios de salud” bajo el título: “Conozco mis derechos y deberes”.

Esta publicación agrupa el material contenido en varias normas que en su historia más inmediata arranca con la resolución 13437 de 1991, que creó los Comités de Ética Hospitalaria y promulgó el “Decálogo de los derechos de los pacientes”.

Todos los esfuerzos que se realicen para que la gente conozca sus derechos en nuestro complicado sistema de salud son bienvenidos. En esta ocasión se hace una presentación de derechos y deberes, que me parece acertada porque hay que observar con preocupación la peligrosa tendencia que se vive en el país de estar exigiendo y reclamando derechos, olvidando que siempre éstos están acompañados de deberes que imponen obligaciones, para lograr el buen funcionamiento de la sociedad.

Tenemos ejemplos cercanos en donde la desbordada exigencia de derechos individuales lleva a la anarquía y al desorden generalizado, pues cada cual piensa que la libertad consiste en hacer lo que quiere o le provoca, sin tener en cuenta para nada lo que esto pueda afectar a los demás. Para una sociedad es tan grave la restricción y limitación a los derechos como su ejercicio desbordado y sin límites.

Creo que la publicación podrá ayudar a los ciudadanos a moverse en el sistema de salud conociendo sus derechos y la forma de hacerlos respetar. También recuerda a los demás actores sus responsabilidades  y debe servir para que las propias entidades públicas propicien y vigilen el cumplimiento de estas normas. Es oportuno el recordatorio de la responsabilidad individual y colectiva con el cuidado de la salud.

Es probable que muchas de las barreras de acceso que encuentran los ciudadanos para acceder oportunamente a los servicios de salud se puedan evitar con mayor educación a la ciudadanía, incluyendo ésta de sus derechos y de sus deberes, pero el Estado deberá garantizar una respuesta oportuna y contundente para lograr, por ejemplo, que en este país no se mueran más niños con cáncer por falta de tratamiento o por demoras inaceptables en la autorización para iniciarlo.

***

Un mal ejemplo

Hablando del equilibrio entre derechos y deberes constituye un pésimo ejemplo para la sociedad la actitud del alcalde Petro.

Inicialmente cuando observó que la revocatoria al mandato podría tener éxito, emprendió toda clase de recursos para descalificarla, posponerla y desconocer la legitimidad del procedimiento. Luego, cuando el Procurador lo destituye, emprende la misma estrategia para desconocer la legitimidad de una figura creada por la constitución de 1991, aplicada por un funcionario para cuya elección  él fue fundamental.

Ahora que las encuestas muestran que su imagen es menos negativa que durante el resto de su mandato, sí le parece buena la revocatoria, porque calcula que puede obtener un resultado favorable. Que no se equivoque en sus cálculos  porque es probable que la gente quiera manifestar su rechazo al Procurador, más que apoyar su pobre gestión como alcalde.  La medida disciplinaria de la destitución ha sido aplicada  a más de un millar de alcaldes, por éste Procurador y por sus antecesores, de manera que no se trata de una persecución al prepotente alcalde de Bogotá.

La sociedad debe exigir a sus dirigentes respeto a las normas que les imponen deberes, así como  también debe respetarles sus derechos, pero tampoco debe aceptar que atrincherados desde sus cargos, inciten a la gente a desconocer actuaciones que están dentro del marco legal vigente, porque eso constituye una forma de subversión desde el propio Estado.

***

Deseo un muy buen 2014 para todos.

 

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar