Publicidad

Distribución del ingreso y modelo económico II

Eduardo Sarmiento
04 de enero de 2015 - 02:00 a. m.

En el artículo de la semana pasada sostuve que la principal causa de la distribución del ingreso es el modelo económico, y que la solución es cambiarlo.

La distribución del ingreso está inspirada en el segundo teorema de la teoría de bienestar económico que establece que la distribución del ingreso y el crecimiento son separables, y que los daños en la equidad pueden ser corregidos con un sistema fiscal de tributación igual o menos que proporcional al ingreso El gestor más importante de esta teoría fue Simon Kuznets, tercer premio Nobel, que en la exposición para recibir la distinción sostuvo que luego de un nivel de ingreso per cápita de mil dólares de esa época, la distribución del ingreso mejora progresivamente. Ambas concepciones se controvirtieron en los últimos 30 años, cuando se observa que las desigualdades de ingreso se han ampliado, la participación del trabajo en el PIB ha disminuido, y la proporción de los impuestos ha subido en todas las regiones. Luego de dos décadas de estupor y confusión, aparece Piketty apartándose en forma radical de estas visiones, y recibe amplio apoyo de la academia estadunidense, en particular de Stiglitz y Krugman. Con base en información de dos siglos que muestra que la rentabilidad del capital supera el crecimiento del producto, sostiene que la distribución del ingreso es el resultado de elementos inmodificables de la naturaleza , en términos más concretos, de la productividad media declinante del capital y de la elasticidad de sustitución de capital por trabajo superior a uno.

El libro de Piketty apareció en ingles en Marzo del 2014, cuando mi obra ¨La Distribución del Ingreso con Crecimiento es Posible¨ estaba en impresión. Tras la lectura cuidadosa de Piketty, le solicite al editor incluir en el proceso de corrección de pruebas la referencia del nuevo libro y algunas observaciones sobre desacuerdos centrales. En particular, dejo en claro que mi principal diferencia con Piketty reside en que éste atribuye el deterioro del la distribución del ingreso a la naturaleza. A lo largo de la obra Piketty sostiene que el resultado no obedece a la globalización, ni a las imperfecciones del mercado, ni a las instituciones, y ni siquiera al mercado laboral. Más aun, no tiene reparo en calificar la mejoría de la distribución en la primera parte del siglo XX como un accidente, y predecir que la tendencia de la última mitad predominará en el futuro.

En contraste, en nuestro diagnóstico el deterioro de la distribución del ingreso se origina en el modelo económico. La diferencia entre la rentabilidad del capital y el crecimiento proviene de acciones abiertas para colocar el retorno del capital por encima de su productividad y se facilita por las características del mercado laboral y los poderes monopólicos.

Las discrepancias entre Piketty y Sarmiento (2004) se amplifican en las recomendaciones de política. Si, como lo sostiene Piketty, el deterioro de la distribución del ingreso fuera un mandato de la naturaleza independiente del sistema económico, las acciones para contrarrestarlo se verían derrotadas por la misma naturaleza. Así, un impuesto al capital para cerrar la brecha entre la rentabilidad del capital y el crecimiento daría lugar a un aumento a la participación del capital en el producto y una caída del ahorro que restauraría la desigualdad a un menor nivel de crecimiento del producto.

El contexto adquiere realismo cuando se reconoce que el deterioro de la distribución del ingreso nace de la organización económica, y más, cuando se introducen las especificidades de los países. Como se vio en el artículo de la semana pasada, en el caso de Colombia, los cambios centrales del modelo resultan de las principales causales del deterioro de la distribución del ingreso y de las teorías que las relacionan con los instrumentos viables. La fórmula bajaría el vergonzoso coeficiente de GINI de o.56 a o.38 en seis años.

El libro significa un avance notable con respecto al segundo teorema del bienestar, la disminución de las desigualdades con el desarrollo de Kuznets, la teoría del crecimiento balanceado de Solow, y ahora la inequidad inevitable de Piketty. La distribución del ingreso deja de ser una caja de elementos inciertos, aleatorios e inevitables para convertirse en un problema de causas tangibles y soluciones posibles.  

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar