Dos cartas de los lectores

Cartas de los lectores
10 de febrero de 2017 - 03:54 a. m.

El muro y el metro

El nuevo mandatario de EE. UU., Donald Trump, ha insistido en su propuesta de campaña electoral en el sentido de construir un muro en la frontera entre México y Estados Unidos de América. Con el poder económico, político y social de esa nación no existe ninguna duda de que esa obra se haga, pero anhelamos que su costo lo asuma el gobierno norteamericano y que el gobernante mexicano, ante la construcción del muro de la discordia, tendría la oportunidad para abrir sus fronteras a empresas y ciudadanos que quieran invertir en el país azteca con una ventaja que está a la vista, que es el bajo costo de la mano de obra. No nos digamos mentiras, el gobierno de México, si se lo propone, puede afectar la economía de Estados Unidos con una política de apertura y de paso acabar con el mito del llamado “sueño americano”. Claro que no hay que desconocer que en la presente época tanto México como Estados Unidos se benefician mutuamente con sus relaciones económicas, comerciales y sociales. Ahora bien, si por decisión de Donald Trump se construye el muro de la discordia, será un clarísimo ejemplo para Colombia y muy especialmente para la capital, Bogotá, donde las diferentes administraciones aún gastan enormes cantidades de dinero en estudios de factibilidad para la construcción del metro, que es el proyecto más estudiado del mundo; lleva más de 70 años.

Jorge Giraldo Acevedo. Santa Marta.

Sobre la corrupción

A raíz de los escándalos de corrupción, tan en boga hoy, pero que eternamente han sido un rumor popular, es bueno preguntarse cuántos contratos públicos y de obras de infraestructura en Colombia han tenido relación con las injerencias de quienes se ganan esos contratos sobre aquellos que luego deciden la asignación de los mismos.

Esto lo traigo a colación no sólo por las mordidas que se le dan al erario, sino que tiene mucho que ver con las consecuencias que se derivan de tener que pagar convenios financieros, por muchos años, con las instituciones bancarias, con intereses absurdos o perjudiciales, que se pudieron negociar mejor, al saber ahora que se tomaron y firmaron usando armas innobles e ilegales en su obtención.

Por eso pregunto, ¿se puede, o queremos revisar la estela de corrupción que viene rampante desde hace mucho? ¿Se deben sostener contratos que se han ganado ilegalmente? ¿Se deben mantener peajes o impuestos, o revisiones técnicas, o cuantos intríngulis deshonestos se inventan o imponen quienes se han arropado con el título de representatividad legal, pero de los que ahora sabemos fueron adicionados a través del soborno personal por aquellos que estaban robando para sí mismos?

Octavio Cruz.

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