Dos cartas de los lectores y una fe de erratas

HK 1803

Gracias por este DOCUMENTO, con mayúsculas. debería ser un libro que llegara a cada rincón del país y del mundo y traducido a cada idioma y vendido en cada semáforo para que no vuelvan suceder tragedias físicas ( cuando ocurren) y tragedias Sistemáticas. Cuando se confabulan todos los intereses para ocultar y alejar la verdad.

Así como este artículo, “La historia que nunca nos contaron” (El Espectador), que destila verdad documentada, pudiera uno saber el asesinato de personajes de la vida nacional, otros casos de corrupción de cuello blanco y más. Se iría uno, digamos, “satisfecho” en verdad y recibiendo un derecho a la verdad. En este caso proveniente de un baluarte de información veraz como lo ha sido El Espectador.

Gracias a todos los que trabajan allí como hormiguitas de la verdad y por supuesto a los autores de este reportaje.

Tengo 50 años, desempleado, pero nunca desde que me conozco me he dejado de cuestionar cosas. Y creo es la labor de este diario en la vida del país. ¡Nuevamente gracias!

PD: Esperaría, como lector, Uno del Palacio de Justicia, otro de Galán, otro de Ecopetrol. ¡Donde la verdad supera la ficción!

Jorge Ochoa Echeverría.

Fe de erratas

La caricatura de Osuna publicada en la edición del 5 de diciembre del 2016 fue titulada de manera incorrecta. El título adecuado es “Frivolidades para el día Diez”.

Redefinir la historia

Es muy evidente que la apreciacion de su editorial, “¿Habrá que reescribir la historia reciente de Colombia?” (El Espectador, 03/12/16), guarda mucha relación con los falsos testigos. ¿Acaso merecen total credibilidad cuando ha sido comprobada la existencia de un cuasi cuartel? Tampoco se va a poner en entredicho la culpabilidad y señalamientos a los implicados.Habrá que ver cada historia en cada tiempo. Mal por los procesos y líneas de investigación colombianos. ¿Acaso necesitan un reacondicionamiento?

Jorge Humberto Valencia Flórez.

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