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Dos cartas sobre la reforma tributaria

Cartas de los lectores
25 de octubre de 2016 - 02:00 a. m.

Sobre los dividendos

Quisiera hacer una reflexión acerca del impuesto que se propone en la reforma tributaria para los dividendos que las empresas les pagan a sus accionistas. Creo que el enfoque de este impuesto está mal direccionado, ya que lo que se debe gravar es la utilidad que se obtiene cuando se venden las acciones. El mercado de acciones se conoce como de “renta variable” y el de bonos, CDT, etc., como de “renta fija”. En la actualidad, en el primero, las utilidades, así como los dividendos que se reciben, están exentos y los rendimientos del segundo están gravados. Cuando una persona o entidad compra acciones de una empresa y después las vende con una utilidad, ni el emisor ni el Estado participan de esa ganancia. Por el contrario, cuando se invierte en bonos o en CDT, se tiene una rentabilidad garantizada (salvo que el Emisor se quiebre). Esa rentabilidad está gravada. La diferencia entre los dos mercados es que en el de acciones hay algún riesgo y en el de renta fija ese riesgo es mínimo. En la gran mayoría de los países donde coexisten estos mercados, los rendimientos de los títulos de renta fija, así como las utilidades en la venta de acciones, están gravados. Es más equitativo el gravamen a la utilidad en la venta de acciones que el impuesto sobre los dividendos, los cuales ya fueron gravados en las utilidades del Emisor. Al fin y al cabo, el mercado de renta variable es un escenario donde se mueven miles de millones de pesos diariamente y el Estado no participa y los inversionistas juegan con los resultados y la reputación de las empresas para tratar de lograr sus utilidades. El debate sobre el impuesto a los dividendos desgasta más que el debate sobre las utilidades en la venta de acciones y, sobre todo, proporciona menos recursos. En el transcurso del año, el índice Colcap de la BVC ha aumentado un 20,65 %, mientras que la rentabilidad de la mayoría de las acciones no llega al 3 % anual.

Sobre el monotributo

Los presidentes nacionales y regionales de los gremios económicos siempre han criticado las reformas tributarias porque recargan de impuestos a las grandes empresas, cuando una sana política de tributación obliga a que la base de contribuyentes se extienda a la mayoría de ciudadanos, ya que, constitucionalmente, todos debemos contribuir con las cargas del Estado; sin embargo, cuando se prevé una medida como la propuesta del monotributo, los dirigentes de Fenalco salen a protestar. Entonces, que las grandes empresas comerciales, grandes superficies por ejemplo, paguen más; si los pequeños comerciantes deben quedar excluidos de su obligación de tributar, lo que ellos dejen de pagar debe estar cubierto por quienes siempre han soportado la mayor carga de impuestos y contribuciones.

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