Economía y Salud

Todo parece indicar que el gobierno nacional designará a un economista como próximo ministro de Salud y Protección Social. La noticia ha generado profundo malestar entre amplios sectores académicos de la salud del país, así como entre quienes tienen a su cargo la conducción del sector en las diferentes entidades territoriales.

La opinión de que dicha decisión es desacertada y desafortunada reside precisamente en las grandes expectativas que se tienen de que la crisis profunda e insoslayable a la que ha llegado el sistema de salud sea asumida como una oportunidad para avanzar en una profunda reforma estructural, que ponga en su centro conceptual a la salud como un derecho humano fundamental que debe ser garantizado por el esfuerzo conjunto de la sociedad y bajo el liderazgo afirmativo del Estado.

Frente a un reto de esa naturaleza, todo parece aconsejar que quien esté al frente de ese ministerio sea una persona profundamente conocedora del sector salud y con reconocido liderazgo y reconocimiento académico en el área de la salud pública.

La urgencia de avanzar rápida y seguramente en la solución de la crisis, cuya prolongación cobra altísimos costos en morbilidad, mortalidad y deterioro de los indicadores de salud pública del país, no admite que quien encabece la gestión no disponga del conocimiento detallado de las complejidades técnicas y políticas que tiene el sector de la salud.

Muchos estudios e investigaciones conducidas por instituciones académicas y centros de investigación, incluido el reciente estudio realizado por Fedesarrollo, concuerdan en que el asunto fundamental a dirimir en el sector salud colombiano no es la asignación de nuevos recursos financieros.

Lo que está en discusión y requiere gran destreza conceptual y técnica es cómo estructurar un sistema de salud que elimine la intermediación financiera, que logre repotenciar la red pública hospitalaria, que desarrolle las estrategias fundamentales de salud pública y que garantice que los recursos financieros del sector sean aplicados en su totalidad al mejoramiento de la calidad y de la oportunidad en la atención en salud a las personas que lo requieren.

Asuntos tan significativos establecidos por la Ley 1438 de 2011, como la planificación de la salud para períodos decenales, el desarrollo de la estrategia de Atención Primaria en Salud, la organización de Redes Integrales de Servicios de Salud con responsabilidades espacio-poblacionales definidas, el desarrollo de políticas integrales de formación de talento humano en salud, entre otros, requieren una reconfiguración técnico-científica del Ministerio y de las entidades territoriales responsables de dirigir la salud, que debe comenzar por el perfil académico-científico del ministro.

Álvaro Cardona. Decano, Facultad Nacional de Salud Pública, U. de Antioquia.

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