Publicidad

El asomo del Eln

Varias son las ocasiones en que, durante los últimos seis meses, la guerrilla del Eln ha aparecido en los titulares de la prensa: aniversarios de marchas guerrilleras y tomas de pueblos, anuncios sobre futuros anuncios, comunicados conjuntos con el gobierno de Juan Manuel Santos afirmando que han iniciado una fase exploratoria entre los dos; de todo un poco.

El Espectador
09 de enero de 2015 - 02:16 a. m.

Y esto apunta, con todo y lo intrincado y ambiguo de su lenguaje, a que esta fuerza insurgente está pronta a sentarse, como lo han hecho ya las Farc, a negociar el fin de un conflicto armado que ha durado medio siglo.

Pese a que el Eln se sienta desde las ciudades como un grupo insurgente más (la bala que mata aquí se percibe como la misma que mata allá, y eso es entendible desde la perspectiva de la sociedad), se trata de una insurgencia barnizada por una ideología compleja y radical que se ha visto influida del marxismo, la Revolución Cubana, el humanismo camilista y la Teología de la Liberación. Asuntos todos que, pese a que hoy no suenen a mucho, para ellos permanecen intactos: de ahí que las conversaciones no puedan ser (como durante el gobierno de Andrés Pastrana) subsidiarias a las que se adelantan con las Farc. No son lo mismo.

Cambio de guerrilla implica un cambio de tiempos de negociación, de uso del lenguaje, de concesiones y exigencias. Para ello el Gobierno ya debe tener un equipo experto que sepa conciliar unas posiciones que lucen aparentemente contrarias. Los canales deben ser montados, dicen quienes conocen medianamente a esta guerrilla, como el profesor Andrés Dávila Ladrón de Guevara, desde las reformas posibles que puede adoptar la democracia (sobre todo en lo que tiene que ver con la oposición) hasta las fallas (y bastante grandes) de la lucha guerrillera de las que son conscientes ellos mismos. Previendo su hermetismo característico, la agenda debería ser bastante clara. Una hoja de ruta la cual seguir con precisión.

La última noticia que Nicolás Rodríguez, alias Gabino, máximo jefe del Eln, anunció a los medios esta semana, fue la de tener la “disposición de considerar” el desarme. Dicho en sus palabras: “si en este examen concluimos que no son necesarias las armas, tendríamos la disposición de considerar si dejamos de usarlas”. Retórica cantinflesca la llamarán algunos, pero esto, dentro de su lógica, es un paso gigante hacia el futuro de un país en paz: no hace mucho aún pensaban que el “desarme” era renunciar al espíritu rebelde que podría tumbar al “régimen” que impide que cosas provechosas pasen en Colombia. Avance sí es, por más enrevesadas que suenen las palabras.

Pero hay que ir más lejos. Es fácil prever que dos puntos claves dentro de la discusión son la política minero-energética y la participación de la sociedad en el proceso, que lucen inamovibles a juzgar por las palabras y los intentos anteriores de lograr la paz en los últimos años. Varias preguntas son las que deben ser respondidas antes de sentarse a dialogar o pactar una agenda: ¿En qué términos se discutirán las políticas del Gobierno? ¿Sí se discutirán? ¿El hermetismo será el mismo que con las Farc? Los procesos no se pasan de un conflicto a otro como una plantilla. Y eso es importante tenerlo en cuenta a esta altura.

Lo cierto es que debe ser ya. Este es el tiempo para que empiece a saberse de una mesa realista, con objetivos claros, que tome como insumo los intentos del pasado, que aproveche lo hasta ahora negociado con las Farc pero entienda que hay temas específicos de esta guerrilla que habrá que abordar de manera específica, y que pase de la retórica a la acción. Cincuenta años es demasiado tiempo para estar en la guerra. Tal y como lo dice el analista Alejo Vargas, “la estrategia de ‘resistir’ es un sinsentido cuando podrían sumarse a una actividad política dinamizadora de sus propuestas desde la civilidad”. Los fusiles por las palabras. Adelante. Sin miedo.

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar